Rueda pasa de puntillas por los congresos de BNG y PSdeG en la penúltima sesión de control del año

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

Pontón reclama duplicar los equipos de valoración de dependencia y Besteiro advierte sobre la falta de transparencia de la Xunta

04 dic 2024 . Actualizado a las 13:26 h.

La penúltima sesión de control del año en el Parlamento gallego venía marcada por las citas congresuales que BNG y PSdeG -en este caso, en el ámbito federal del PSOE- del fin de semana. Pero el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, encontró pocas opciones de entrar a abordarlos, ante los reproches de falta de transparencia por parte del portavoz socialista, José Ramón Gómez Besteiro, y la crítica a la política de dependencia que desarrolló la líder del Bloque, Ana Pontón, ratificada el domingo como portavoz nacional para los próximos tres años. 

Esa reelección le sirvió a Rueda para acordarse de la desafortunada frase del exdiputado de En Marea vinculado a Anova, Fernán Vello, quien había llamado a los gallegos «pobo ignorante» y «alienado» tras los resultados de las autonómicas del 2016. «Respecte a todos os galegos e, a partir de aí, traballar», le recetó a Pontón ante la posibilidad de que Anova se reintegre en el Bloque. «A ver se a xente en Galicia aprende a votar dunha vez», ironizó. En cuanto al PSdeG, el presidente gallego se mostró molesto con que Besteiro le pidiese «respecto institucional» ante «a que está caendo» con el Gobierno central. «É non estar conectado coa realidade», razonó, y le recomendó «un pouco de dignidade» tras observar que «é difícil ser cada vez máis intrascendente», después de que los socialistas gallegos regresasen del congreso federal celebrado en Sevilla con similar representación en Ferraz.

Xoán A. Soler

El portavoz del PSdeG acababa de acusarle de «converter a transparencia institucional nun mero eslogan», exponiendo el «bloqueo deliberado de información» en la comisión que investiga la contratación de la Xunta, donde volvió a condenar la ausencia del expresidente Alberto Núñez Feijoo como citado. «Non só é un insulto ás institucións, senón a proba de que saben que son culpables e que Feijoo foi o cabecilla desta trama», señaló. Le puso cifras a esas prácticas, al estimar que la Xunta adjudicó más de 2.200 millones de euros «a dedo» en el 2022, una proporción mayor al resto de comunidades autónomas.

La líder del BNG advirtió sobre la vulneración de derechos de las personas mayores que, según señaló, deben esperar 378 días de media para tramitar la dependencia, «máis do dobre do que indica a lei». Citó varios casos que incluyó entre las 2.073 personas que esperan por recibir un grado de valoración, resolución de ayudas o el acceso a prestación. Pontón, siguiendo la estrategia de los nacionalistas de plantear soluciones a los problemas que denuncian, ofreció tres propuestas: duplicar los equipos de valoración de dependencia; incrementar los recursos al servizo de axuda no fogar (SAF) de doce a veinte euros la hora; y apostar por una red pública de centros de día y residencias.

Xoán A. Soler

Rueda replicó que la aportación de la Xunta al SAF ya está en 14 euros la hora, y que el aumento pasa porque el Estado aporte su parte. «Non é cuestión de financiamento, é cuestión de cumprimento da lei», reclamó, para comparar datos de asistencia con el bipartito. Indicó que el número de dependientes atendidos se quintuplicó, que las plazas en residencias se multiplicaron por trece o que las plazas en centros de día se triplicó. Como es habitual, un intercambio de cifras entre el presidente y la líder de la oposición.

Extensión del debate

Después de que el jefe del Ejecutivo gallego denunciase que los nacionalistas eludiesen incluir asuntos sobre dependencia en el pacto de investidura con el PSOE, Pontón pidió la palabra una vez concluido el debate acogiéndose al reglamento. «No 2020», recordó la portavoz nacionalista, «está establecido o compromiso coa dependencia».

El presidente del Parlamento, Miguel Santalices, volvió a encontrarse con las protestas de la secretaria xeral del PP, Paula Prado, que luego dieron paso a más quejas desde la oposición cuando este dio nuevo turno a Alfonso Rueda. «O Goberno sempre pode contestar, é de primeiro de regulamento», les acalló. En medio de la airada desaprobación de los diputados del Bloque, Rueda se limitó a una brevísima respuesta: «É a constatación de que en Madrid non lles fan ningún caso».