Leonor apura sus últimos días en Marín, donde ha vivido casi como una alumna más

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

GALICIA

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La Escuela Naval da vacaciones a sus alumnos el día 20 y la princesa de Asturias ingresará en el Elcano en Cádiz en enero

15 dic 2024 . Actualizado a las 10:53 h.

El primer período lectivo de este curso en la Escuela Naval finalizará el viernes 20 y, con la llegada de las vacaciones y el regreso de los alumnos a sus hogares también se irá la princesa de Asturias, Leonor de Borbón y Ortiz, que ingresó en la Academia de la Armada española el 29 de agosto. En Marín, los últimos días de la estancia en la villa de la futura jefa del Estado discurren sin sobresaltos. Cuando se vuelvan a abrir las puertas del recinto en enero, lo harán sin la princesa Leonor porque, en su condición de guardiamarina de primero —tercer curso—, embarcará en Cádiz en el Juan Sebastián de Elcano, como el resto de su brigada.

A bordo del buque escuela de la Armada española la princesa Leonor hará su crucero de instrucción, que la llevará al otro lado del Atlántico y vuelta a Europa. No está previsto que se la vuelva a ver por Marín hasta que el Elcano enfile la ría de Pontevedra en julio para asistir a los actos del Carmen en la Escuela Naval, dando oficialmente por terminada su formación en la Armada y, así, continuarla en el San Javier, en el Ejército del Aire.

El vínculo de Leonor con Marín no se romperá ese 16 de julio, sino que será permanente. El Concello, a propuesta de su alcaldesa, la popular María Ramallo, ratificó su nombramiento como hija adoptiva de Marín. Ahora toca buscar con la Casa Real la fecha para un pleno extraordinario de honores y distinciones donde se entregue este reconocimiento a la futura jefa del Estado.

Además, es previsible que, siguiendo la estela de su abuelo Juan Carlos I y su padre Felipe VI, acuda en el futuro a las entregas de reales despachos de oficiales y juras de bandera de aspirantes del día del Carmen, cuando la Escuela Naval se viste de gala y las gentes del mar viven una de sus jornadas más emotivas. Así que en Marín, para muchos, la marcha de Leonor en unos días se interpreta solo como un hasta luego.

Discreción y excepcionalidad

La estancia de la princesa de Asturias en la Escuela Naval se podría definir como una mezcla entre la discreción y la excepcionalidad. Discreción porque ni la Casa Real ni la Armada la han expuesto mucho ante los focos. Ha salido por Marín, Pontevedra, Moaña y otras villas en diversas ocasiones, sin que se haya comunicado ni antes ni después, cuando todo había ya pasado. Estuvo en el baile de gala del Ciento, en Marín, pero no trascendieron imágenes.

A Leonor de Borbón se la hizo estudiar como a los demás, participar en los ejercicios de mar como el resto de sus compañeros y someterse a las estrictas rutinas del día a día de los alumnos de la Escuela Naval. Muchos vecinos de Marín aseguran haberla visto tomando algo en una terraza o con sus compañeros de promoción, pero con una relativa naturalidad al trato.

La excepcionalidad se debe a su condición como futura jefa del Estado y princesa de Asturias. Quiera o no, no es una alumna más. Su primera visita fue el 16 de julio, al acto castrense presidido por Felipe VI, que al acabar la guio por el recinto para que conociese las instalaciones.

Su ingreso formal, el 29 de agosto, fue supervisado por la Casa Real y la Armada. El día antes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, había recorrido todas las instalaciones en una visita protocolaria. En su primer día el coche oficial de Leonor aparcó puntual ante el chalé de dirección y allí fue recibida por los mandos de la institución castrense. Sus primeras jornadas lectivas también fueron relativamente públicas, porque la Casa Real difundió fotos de la princesa realizando actividades en grupo, deporte y mar.

No hubo muchas más instantáneas en los meses posteriores salvo alguna comida o cena con amigos en un restaurante —imágenes que salieron a la luz a posteriori—, aunque eso no quiere decir que no pasasen cosas. El 27 de septiembre la Escuela Naval reunió a tres generaciones de Borbones. Felipe VI y la reina Letizia acudieron para una cena de aniversario de la promoción del monarca y aprovecharon para estar con su hija. También lo hizo por unas horas Juan Carlos I, desde Sanxenxo. Los reyes y la princesa se dejaron ver y fotografiar juntos en Vilagarcía al día siguiente. Por su parte, aún está por ver si habrá convocatoria de prensa el último día de la princesa en Marín o si será una marcha discreta, como la de cualquier otro guardiamarina.

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Sus únicas palabras públicas las plasmó al ingresar en el libro de honor de la Escuela 

La princesa de Asturias no ha concedido entrevistas ni ha hecho declaraciones públicas ante las cámaras durante su estancia en la Escuela Naval. A lo sumo, lo más parecido a una declaración es su dedicatoria con su rúbrica en el libro de honor de la Academia de la Armada española. Ese es el único mensaje que ha trascendido como tal y que fue facilitado en su momento por Casa Real.

Fue en el mes de agosto en su ingreso a la institución castrense. Después de ser recibida por los mandos de la Escuela Naval, su comandante director, Pedro Cardona, la invitó a dejar su firma y sus primeras impresiones sobre Marín en el libro de honor de la institución militar.

Leonor de Borbón escribió el siguiente mensaje: «Estoy segura de que aquí tendré la oportunidad de aprender mucho y compartir muchas experiencias importantes».

Sin duda, ese objetivo se cumplió, porque durante los meses que ha durado su etapa formativa en el centro de la Armada en Marín, además de una formación militar adaptada a sus necesidades como futura jefa del Estado, también pudo aprovechar para disfrutar de las Rías Baixas, de su gastronomía, sus paisajes y sus gentes.