Galicia necesitaría 13.850 plazas más en residencias de mayores para lograr la ratio adecuada para los gerentes de servicios sociales

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Imagen de archivo de una residencia de mayores
Imagen de archivo de una residencia de mayores Ángel Manso

El déficit en toda España supera las 89.000 y solo seis comunidades alcanzan la proporción de cinco plazas por cada cien mayores de 65 años

21 ene 2025 . Actualizado a las 13:17 h.

Galicia tiene un déficit de 13.850 plazas residenciales para alcanzar la ratio de 5 por cada 100 personas mayores de 65 años, la proporción mínima que para la Asociación de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales permitiría estimar que las plazas disponibles pueden ser suficientes. El informe divulgado este martes por la citada asociación, indica que solo seis comunidades autónomas cumplen esa ratio, y de ellas solo dos la alcanzan con plazas de financiación pública.

Según el documento, que utiliza datos del Imserso, en Galicia habría 22.096 plazas residenciales para personas mayores (con los últimos datos referidos al 2023). Son menos que en el 2012, cuando había casi 23.400 y también que en el 2016, año en el que se contabilizaban casi 22.550.

De las casi 22.100 plazas actuales en la comunidad, 16.666 (75,4 % del total) son de financiación pública y 5.430 (24,6 %) de carácter privado.

Así las cosas, la ratio estaría en unas 3,11 plazas por cada cien mayores de 65 años, medio punto menos que en el año 2012, cuando se obtuvo la mejor cifra. Eso si, en aquel año el grueso de las plazas eran estrictamente privadas (cubrían 2,42 camas por cada cien personas), mientras que ahora es al revés (las públicas suponen 2,35 plazas por cada cien mayores, teniendo en cuenta camas centros públicos, plazas concertadas en centros privados y plazas que se financian con la prestación vinculada al servicio).

En cuanto a la ocupación media de las plazas residenciales en Galicia, la asociación la estima en un 75,4 %, por debajo de la media española, que es del 84,1 %. También la cobertura de las plazas públicas es menor que en el conjunto del Estado: la ratio gallega es de 2,35 por cada cien personas mayores de 65 años, y la española, 2,84.

El informe indica también que el tamaño medio de las residencias en Galicia es de 75,9 plazas.

Menos plazas en España

En el conjunto de España, a finales del 2023 había 395.065 plazas residenciales para mayores (3.510 menos que el año anterior) de las cuales, 275.094 tenían aportación pública y 119.971 eran exclusivamente privadas.

El déficit de plazas residenciales para personas mayores sigue aumentando, apuntan desde la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, y serían necesarias al menos 35.000 plazas para atender la demanda actual de personas en situación de dependencia severa y grandes dependientes.

«Los datos recientemente publicados por Imserso indican un retroceso del sector residencial en el 2023, tanto en el número absoluto de plazas como en el índice de cobertura (porcentaje de plazas sobre mayores de 65 años), que es el más bajo desde el 2010», señaló a EFE el coordinador del estudio, Gustavo García.

Según el análisis, serían necesarias 89.324 plazas residenciales para alcanzar la ratio de 5 plazas por cada 100 personas mayores de 65 años en España.

Las comunidades con mayor déficit de plazas son Andalucía y Comunidad Valenciana, con 35.857 y 24.801 respectivamente; entre las dos suman más de las tres cuartas partes del déficit (67,9 %).

Mientras tanto, en seis comunidades se supera la ratio de cinco plazas por cada cien personas mayores de 65 años: Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura, Asturias y La Rioja.

En el conjunto del Estado, el 69,6 % de las plazas para mayores son de financiación pública, un total de 275.094, frente a las 119.971 exclusivamente privadas. Las comunidades con mayor cobertura de plazas de financiación pública son Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Pocos avances en el nuevo modelo de cuidados

La asociación lamenta que no se hayan dado «pasos decididos» en la aplicación de la estrategia del nuevo modelo de cuidados, reforzando los servicios de atención domiciliaria.

Explica que la ayuda a domicilio se mantuvo en el 2023 prácticamente igual que el año anterior, con una cobertura del 5,5 %, solo seis décimas más que en el año previo a la pandemia.

Además, la media de horas de atención y cuidados solo alcanza 21,1 horas mensuales, el mismo número que en el año 2012.

«Estos datos tan pobres y la escasa o nula evolución que registran en los últimos años, impiden avanzar en la estrategia de desinstitucionalización, sin que su coste recaiga sobre las propias personas o sus familiares, y casi siempre en prejuicio de la vida personal y de la conciliación de quienes suelen ser de manera abrumadora quienes proporcionan estos cuidados: las mujeres», concluye Gustavo García.