Fraga se cae del callejero de Cariño y el PP, incapaz de evitarlo, mete la pata

a. f. c. CARIÑO / LA VOZ

GALICIA

Los populares, en minoría, piden perdón ante la reprimenda del partido

10 feb 2025 . Actualizado a las 11:56 h.

En el pleno ordinario del 5 de abril del 2024, la abstención de los cinco ediles del PP de Cariño permitió que saliera adelante una moción del BNG para instar al Obispado de Mondoñedo-Ferrol a retirar las placas franquistas con la cruz de los caídos de las fachadas de dos iglesias del municipio. Distinta suerte corrió otra iniciativa presentada por el grupo municipal nacionalista en esa misma sesión. Solicitaba el cambio de nombre de la avenida Manuel Fraga Iribarne, en aplicación de la Lei de Memoria Democrática, por tratarse de un exministro de la dictadura franquista, y también de la calle Prudencio Landín Carrasco, que ocupó cargos destacados entre 1957 y 1972.

Aquel día, la ausencia de una de los tres concejales del PSOE en Cariño dejó en manos del PP, que gobierna en minoría con cinco de los once miembros de la corporación, el resultado de la votación. La alcaldesa, Ana María López, y sus cuatro compañeros se opusieron a rebautizar la céntrica avenida Manuel Fraga Iribarne, que enlaza con la avenida da Constitución y conduce hacia la zona portuaria de esta localidad de la comarca de Ortegal. El voto de calidad de la regidora deshizo el empate. El BNG guardó en el cajón aquel texto, que incluía el cambio de denominación del CEIP Manuel Fraga Iribarne, hasta conseguir una aritmética favorable, como reconoce el portavoz municipal, Carlos Castro. La concejala socialista que faltó al pleno del 5 de abril del año pasado acabó renunciando al acta y el Bloque esperó a la incorporación de su sustituta para volver a plantear la moción.

El controvertido asunto figuraba en el orden del día del pleno del pasado jueves. Si en abril había generado confrontación política —la alcaldesa esgrimió el destacado papel de Fraga en la etapa democrática para rechazar la iniciativa—, en esta ocasión no hubo debate. El PP sabía de la irrelevancia de su voto. La caída de Fraga del callejero de Cariño era inevitable, no así «la metedura de pata», como ayer calificaba la alcaldesa la abstención de su grupo. BNG y PSOE sumaban mayoría, la misma que fueron incapaces de gestionar tras las elecciones municipales de 2023. Aquel desencuentro dejó el ejecutivo local en manos del PP. Pero esta vez la oposición sumó fuerzas y acordó la retirada del nombre de Fraga Iribarne, y los ediles conservadores se abstuvieron, «unha decisión inxustificable desde todos os puntos de vista», se apresuró a advertir la dirección provincial del partido.

El presidente del PP coruñés, Diego Calvo, llamó a capítulo a la alcaldesa, al tiempo que reivindicaba la figura del fundador del partido: «Sentímonos moi orgullosos de quen foi e de todo o seu traballo, dedicación e compromiso con Galicia». Esgrimió «as maiorías absolutas que lle outorgaron os galegos nas urnas, un feito que non van conseguir cambiar os votos dun pleno». Y fue más allá: «Merece ser recoñecido por toda a súa traxectoria». Esa trayectoria que, argumenta el BNG, incluye «máis de 35 anos de militancia franquista [...], sendo ministro de Información e Turismo e participando activamente na política de represión contra o idioma galego e os medios de comunicación».

La polémica estaba servida. El PP de Cariño, sin margen de acción para alterar el resultado, en lugar de oponerse, se abstuvo, y «ante el revuelo producido tras el acuerdo plenario» y la reprimenda de la dirección provincial del partido, pidió perdón. Ana María López asumió la responsabilidad, como portavoz del grupo municipal y como alcaldesa, y se disculpó «por el error cometido» y grabó una suerte de panegírico de menos de un minuto.

«Somos plenamente conscientes de la figura trascendental que don Manuel Fraga supone para la historia de nuestro partido, para el pasado y el presente de Galicia, y la política en general, como uno de los padres de la Constitución», dijo. Reiteró las disculpas «a todas las personas que se han podido sentir dolidas», y enfatizó que para nada habían pretendido «poner en duda la figura de uno de los políticos más importantes de la historia del país».