El presidente de Renfe abre la puerta a eliminar los controles de seguridad de los trenes de alta velocidad

LA VOZ REDACCIÓN

GALICIA

Cola en la estación provisional de tren en A Coruña
Cola en la estación provisional de tren en A Coruña ANGEL MANSO

Álvaro Fernández Heredia recuerda que la vigilancia en el acceso a los vagones no es obligatoria, es costosa y casi única en Europa

13 feb 2025 . Actualizado a las 19:38 h.

El recientemente elegido presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, se muestra partidario a abrir el debate sobre eliminar los controles de seguridad de equipajes para acceder a los trenes de alta velocidad, como los que hay para acceder en el Eje Atlántico entre A Coruña y Vigo o en las conexiones entre Galicia y Madrid. Se trata de una decisión que depende en última instancia del ADIF y del Ministerio del Interior, según recuerda en su cuenta personal en X —antiguo Twitter—.

Fernández Heredia pide reflexionar sobre la idoneidad de mantener estas inspecciones y para ello se hace eco de un reciente artículo del ingeniero y profesor de Ferrocarriles Alberto García Álvarez, que considera la medida inútil, carísima y molesta para los usuarios de la alta velocidad.

Entre los argumentos que esgrime el experto, está en primer lugar la falta de normativa al respecto. «No hay ninguna norma, ni nacional ni supranacional (como sí la hay en la aviación) que obligue a realizar este control», subraya, y recalca además que incluso está contraindicada por algunos organismos globales, como la Unión Internacional de Ferrocarriles. Apunta también que España es «el único país occidental donde existen», con la única salvedad del Eurotúnel entre París y Londres, donde está justificada al ser una infraestructura submarina y fronteriza de la Unión Europea

Los controles, recuerda, se establecen de acuerdo a criterios propios de ADIF para la seguridad de las estaciones, lo que redunda en su inutilidad, ya que quienes los realizan «no pueden ejecutar inspecciones en profundidad con cacheos o levantamiento de ropa, como sí pueden hacer los agentes de la autoridad». 

De hecho, ni siquiera son universales ni iguales. En Galicia, por ejemplo, se hacen en A Coruña y Pontevedra y también en la estación viguesa de Urzáiz. En Santiago, depende en muchas ocasiones del andén al que llegue el tren; y en Redondela y en Vilagarcía no existen.

Esta ineficacia en la práctica hace todavía menos justificable el alto coste que supone en personal, en problemas de congestión en las estaciones y en los perjuicios que supone en la competitividad del tren frente al avión.

Además, de cara a acallar a quienes esgrimen la necesaria seguridad atendiendo a los atentados islamistas que sufrió Europa durante años, recuerda que incluso después de estos ataques, países como Francia o Bélgica los han estudiado y «descartaron implantarlos».

El presidente de Renfe parece compartir el análisis de García Álvarez, y ve poca justificación para el establecimiento primero y el mantenimiento posterior de estos controles. «Cuenta la leyenda», comenta en su perfil personal, «que se establecieron con el AVE Madrid-Sevilla cuando éramos el escaparate del mundo, nada podía salir mal y esa nueva alta velocidad quería parecer de otro estatus como era el avión».

Es por todo eso por lo que pide reflexionar sobre esta medida, y recuerda, compartiendo las palabras del experto, que los controles ya existían diez años antes de que hubiese el actual nivel 4 de alerta terrorista.

Además, también matizan algunos usuarios que los controles solo se aplican a los trenes de alta velocidad y los atentados del 11 de marzo del 2004 se produjeron, por contra, en cuatro trenes de la red de Cercanías de Madrid.