Rodríguez Ibarra: «Vivir en un pueblo no es un castigo, es un lujo»

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

GALICIA

La Voz

El expresidente reivindicó «el milagro» extremeño en el Foro de La Voz

28 feb 2025 . Actualizado a las 00:03 h.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha creado una fundación en un pueblo de 14 habitantes. Este dato basta para ilustrar la apuesta del expresidente de la Junta de Extremadura por el medio rural y explica su trayectoria institucional al frente de una comunidad autónoma que, como Galicia, ha sido relegada por las políticas estatales. Lo dijo este jueves en el foro «El futuro para el mundo rural, retos y oportunidades» celebrado en el parador de Cambados, en el que habló de otras muchas cuestiones relacionadas con la actualidad en respuesta al director de La Voz de Galicia, Xosé Luís Vilela. Era la segunda entrega de la gira de conferencias sobre el futuro del mundo rural que reúnen a expresidentes autonómicos y empresarios.

En el cuestionario no podía faltar, y no faltó, la pregunta del millón: cuál es la receta que se debe aplicar para salvar la España vaciada. Rodríguez Ibarra sacó un as de la manga que nadie esperaba. El problema, dijo, «es que todo el dinero que viene de Europa se va para las zonas carbonizadas», es decir, para las urbes, y eso lastra todavía más a pueblos y aldeas porque la gente se va adonde hay trabajo y riqueza. «La España carbonizada debería darse cuenta de que o reparte los beneficios con los descarbonizados o esto no tiene fin».

Rodríguez Ibarra opina que habría que pedir responsabilidades por la deriva que ha llevado a la actual situación: «El vaciamiento de una zona es algo previsible, ¿por qué no se han tomado medidas?». Con todo, el expresidente no se mostró derrotista, ni mucho menos, y aludió a los avances que han experimentado los territorios rurales en las últimas décadas desde su propia experiencia al frente de una comunidad. Habló del «milagro» extremeño y de cómo su tierra superó los tiempos en los que el agua caliente no llegaba a las casas y las carreteras eran un viacrucis. Queda mucho por hacer para igualarse en servicios e infraestructuras con Madrid, Cataluña y el País Vasco, pero el medio rural tiene mucho partido todavía por jugar. «Vivir en un pueblo no es un castigo, es un lujo», apuntó invitando a la gente joven a crear su proyecto de vida en el rural. Pero para ello hay que darles facilidades, y el político se refirió a las barreras que plantean la burocracia y las malas comunicaciones. «No puede aplicarse la misma normativa para el orujo que se elabora en una aldea de Galicia que para una destilería, y un autónomo de Cambados no puede tener los mismos impuestos que uno de Madrid».

Rodríguez Ibarra defendió el teletrabajo como antídoto contra el despoblamiento y esa fórmula solo puede funcionar, argumentó, si hay vivienda y buenas comunicaciones telemáticas. «Hay que intentar darle una vuelta a todo esto, al fin y al cabo hoy en día el pueblo es como una ciudad, pero sin tantos notarios ni conferencias».

Siendo importante el sector primario —la pesca y la agricultura—, en su opinión el futuro del rural pasa por explorar nuevos nichos de negocio: «Se pueden hacer otras cosas», apuntó en referencia a la transformación de las materias primas y las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías. Ibarra habló, además, de descentralización de servicios e instituciones: «¿Por qué todo tiene que estar en Madrid, por qué el ISM, el Senado o la sede del Consejo General del Poder Judicial están en Madrid?». El expresidente abrió otro melón. «A lo mejor habría que quitar las diputaciones..., si no hubiera diputaciones quizás algunos pueblos se fusionarían y resultarían más baratos», aunque, llegados a este punto, confesó sus dudas. «Cada año soy más viejo, no más sabio y no más radical. La edad me hace dudar».

Parte de los asistentes al foro en el Parador de Cambados.
Parte de los asistentes al foro en el Parador de Cambados. Martina Miser

Ni separatismo ni extremismos: «No quiero que volvamos a las dos Españas»

Rodríguez Ibarra demostró durante su intervención que no tiene miedo a meterse en charcos de los que pueda salir salpicado, y a la hora de hablar de la política nacional se mojó, y no precisamente dejando en buen lugar a su partido, el PSOE. «Estoy asombrado de ver por qué nadie pregunta por qué tenemos que pagar la deuda. Los más adictos a la teoría oficial no ponen ninguna pega».

En contra de la línea que marca Ferraz, él es de los que abogan por un acercamiento entre el PSOE y el PP a la hora de buscar fórmulas para la gobernabilidad del país frente a los pactos con los nacionalistas y la extrema izquierda. «Sería lo sensato», señaló. «El PP solo habla mal del PSOE y el PSOE solo habla mal del PP; no se reconocen, se desprecian, y así no va a haber nunca entendimiento [...] No quiero que volvamos a las dos Españas». En el plano económico defendió las políticas que refuercen el estado del bienestar «para que todo el mundo pueda tener una vida digna» y criticó la brecha salarial cada vez mayor en la sociedad española aludiendo a los salarios millonarios de los directivos de Telefónica o las empresas del IBEX.

Ibarra habló también de política internacional augurando que la entente de Trump con Elon Musk «no va a acabar bien». «Tarde o temprano, Estados Unidos tendrá que darse cuenta de que Europa es su amigo y Rusia su competidor».

El alcalde de Cambados, Samuel Lago, el director de Banca Sectorial de Abanca, Jesús Combarro, y uno de los fundadores de Hifas da Terra, Francisco Fernández de Ana Magán con la periodista Gladys Vázquez.
El alcalde de Cambados, Samuel Lago, el director de Banca Sectorial de Abanca, Jesús Combarro, y uno de los fundadores de Hifas da Terra, Francisco Fernández de Ana Magán con la periodista Gladys Vázquez. Martina Miser

Más sostenibilidad y evitar el turismo de masas

En el coloquio que siguió a la intervención del expresidente de Extremadura se analizó la situación de la que parte el rural gallego y las propuestas que se plantean desde la política municipal, la banca y la empresa para evitar la despoblación. Para ello fuero convocados el alcalde de Cambados, Samuel Lago, el director de Banca Sectorial de Abanca, Jesús Combarro, y uno de los fundadores de Hifas da Terra, Francisco Fernández de Ana Magán.

El regidor cambadés puso sobre la mesa dos conceptos de los que se habla mucho últimamente como son sostenibilidad y desestacionalización. No es casual estando en una comarca vitivinícola y turística como O Salnés en la que ya se están tomando medidas en esta dirección. «Las cooperativas agrarias lo hicieron muy bien. Ahora tenemos que dar un segundo paso, que pasa por darle valor añadido al producto, algo que en el mar y en el vino ya se está haciendo».

Otros retos para municipios pequeños como Cambados pasan por evitar el turismo de masas y cuidar el medio natural, añadió, mientras que el director de Banca Sectorial de Abanca introdujo otro elemento para la reflexión: «Tenemos que creérnoslo», dijo apelando a la profesionalización que requieren los sectores productivos.

Valga como ejemplo el caso de Hifas da Terra, que desde una aldea de Pontevedra demostró que se puede emprender con éxito en el campo de la innovación creando una empresa que cuenta con 150 trabajadores y vende a 15 países. «De cuadras salieron laboratorios», señaló Francisco Fernández. Si el emprendimiento es importante, no lo es menos la financiación para apoyar esos proyectos. En este sentido, Abanca se presenta como un elemento fundamental a la hora de vertebrar el territorio con 141 oficinas en Galicia.