Barcelona doblará la tasa a los hoteles de lujo hasta los 15 euros por noche, y cobrará 4,5 a los pisos turísticos

xavier gual BARCELONA / E. LA VOZ

GALICIA

30 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La subida de la tasa turística se ha convertido en uno de los debates más enconados de los últimos meses en Cataluña. El impuesto rige aquí desde hace más de un decenio. En la actualidad, las personas que se alojan en un hotel de cinco estrellas en Barcelona pagan 7,50 euros por noche. De estos, 3,50 euros van a las arcas de la Generalitat, y el resto, hasta cuatro euros, a las del Ayuntamiento. El incremento pactado en febrero por el Gobierno socialista de Salvador Illa y los comunes (la marca catalana de Sumar) duplica el tramo autonómico vigente y permite al consistorio barcelonés, el que más presión turística soporta, hacer lo mismo. Algo que ya contemplan las nuevas ordenanzas fiscales aprobadas por el consistorio del también socialista Jaume Collboni. Así, una vez entre en vigor, el turista de cinco estrellas tendrá que pagar 15 euros por noche. Si se trata de un hotel de cuatro estrellas, en lugar de los 5,70 euros actuales (1,70 más cuatro de recargo municipal) pasaría a desembolsar 11 euros por noche.

La medida debía haberse aplicado desde el pasado 1 de mayo, pero la Generalitat optó por aplazarla unos meses para tramitarla como proyecto de ley. Según el pacto del PSC y los comunes, que apoya también Esquerra Republicana, el 25 % de los ingresos generados servirán para financiar el nuevo plan de vivienda, que prevé crear 30.000 pisos de protección social de aquí al 2030. El 75 % restante se dividirá en dos mitades: una para el municipio y la otra para el organismo autonómico competente en materia de turismo. El impuesto también se duplicará en el caso de los apartamentos turísticos (4,5 euros en Barcelona), cámpings (en función de su categoría), y cruceristas. Estos últimos abonarán entre cuatro y seis euros, en función de las horas de estancia. La tasa turística batió su récord de ingresos el año pasado, al recaudar 96 millones de euros, un 6,5 % más que el año anterior.

Las patronales del sector han puesto el grito en el cielo ante una subida que, aseguran, convertirá la capital catalana en la ciudad europea con el impuesto turístico más elevado, por encima de París y Roma. El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, denuncia la «asfixia fiscal continua a la que está sometido por las diferentes administraciones», así como la «criminalización» de la actividad. Clos recuerda que los hoteles dan trabajo a 35.000 personas solo en Barcelona y que el incremento de la tasa turística puede poner en peligro a uno de los sectores económicos más dinámicos.