El adiós del número dos de Marlaska siembra más dudas sobre el refuerzo de personal de la Policía Autonómica

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una imagen de archivo
El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una imagen de archivo A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

El conselleiro Diego Calvo escribe al ministro para buscar una solución antes de que sea necesario recortar servicios de la unidad

01 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano se acerca, y con él la reducción de funciones que la Xunta aplicará a la Policía Autonómica si el Estado no refuerza su plantilla, que solo cuenta con 340 agentes de 500 que le corresponden y tienen una media de edad próxima a los 50 años.

Las negociaciones entre el Gobierno gallego y el Ministerio del Interior llevan meses abiertas sin resultado. El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, que al principio comprometió un refuerzo, pero no se materializó, ofrece a la Xunta seguir el modelo de Andalucía, con el que asumiría parte del gasto de personal a cambio de reforzar la plantilla.

Según las estimaciones de la Consellería de Presidencia, eso supondría multiplicar por cinco los recursos destinados al cuerpo y pasar de 2,9 millones a casi 16, lo que ven inasumible.

Ante la falta de acuerdo, el conselleiro Diego Calvo advierte desde finales del 2024 que la unidad deberá renunciar a servicios esenciales por falta de personal. El plazo que puso para tomar una decisión es este verano.

A ese contexto se sumó esta semana la renuncia del secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, que era el número dos del ministro y también el interlocutor de la Xunta en la negociación sobre la policía. De hecho, participó en la reunión que Calvo y Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, mantuvieron con Marlaska a principios de año para abordar el asunto.

Desde entonces, señalan fuentes de la Xunta, no hubo avances, y la salida del secretario de Estado ha acrecentado el temor en el Gobierno gallego a que la situación siga sin resolverse y obligue a renunciar a servicios.

Por ese motivo, Calvo dirigió esta semana una carta al ministerio en la que ofrece a Grande-Marlaska colaboración para encontrar una solución para el cuerpo, y le pide «celeridad» porque la situación afecta «a la calidad de vida de los gallegos y a la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad».

Ambas Administraciones mantuvieron una fluida cooperación durante el apagón nacional, según han destacado tanto Rueda como el ministro.

La Policía Autonómica, además de ser responsable de la protección y vigilancia de los edificios de la Xunta y las autoridades, presta servicios en materia de medio ambiente, incendios forestales, furtivismo, menores y violencia de género. También apoya a las demás fuerzas de seguridad del Estado y a las policías locales gallegas.