Rueda pide elecciones generales frente a las críticas de Pontón y Besteiro sobre la deriva ultra del PP

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

La inestabilidad de la legislatura en el Congreso marca el último pleno del período de sesiones en el Parlamento gallego

09 jul 2025 . Actualizado a las 16:51 h.

«Quere que falemos da fin de semana?», retó con sorna el presidente gallego, Alfonso Rueda, al líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en la última sesión de control del período de sesiones en el Parlamento gallego. Ambos dirigentes ocuparon sus escaños tras dejar atrás un congreso nacional de cierre de filas alrededor de Alberto Núñez Feijoo y euforia poco contenida, en el caso del primero. El secretario xeral socialista, en cambio, viajó a Madrid para participar en un tenso comité federal que hizo lo propio con el presidente Pedro Sánchez, arropado por los suyos y vilipendiado por los contrarios. El de este miércoles fue un pleno marcado por la cuenta atrás para las vacaciones de verano, y con la mirada también puesta en las explicaciones de Sánchez en el Congreso, donde desde una hora antes, a las nueve de la mañana, se jugaba el futuro de la legislatura tratando de convencer a sus socios que el Gobierno iba a actuar con contundencia ante los casos de corrupción.

Besteiro preguntó a Rueda por el balance que hace de este primer año de legislatura, pero en realidad se centró en desgranar la «folla de ruta ideolóxica» aprobada por los populares en su congreso y «aplaudida polo PP galego, malia implicar ameazas directas como a privatización de Navantia», consideró. Habló de una ponencia política marcada por el discurso ultraderechista, y afeó el protagonismo del expresidente José María Aznar en el cónclave popular, ironizando el líder del PSdeG que aporte sus recetas contra la corrupción mientras su exministro Rodrigo Rato «está na cadea». «Comeza a dar verdadeiro medo como presidente», dijo entre murmullos de la bancada popular.

Xoán A. Soler

El presidente de la Xunta agradeció la pregunta, de nuevo irónico, para presumir del buen curso de su Gobierno, citando el lema «Galicia funciona», y contrapuso los lunes de su Ejecutivo, en los que los periodistas atienden a lo que se decide en la reunión del Consello, frente a lo que ocurre con los compañeros de gremio en Madrid, donde «están pendentes» de los casos de corrupción que puedan aflorar en el PSOE. «Os españois deberían ter derecho a dicir a súa opinión; e se o dixesen, xa sabemos o que pasaría», expresó Rueda para reiterar su petición de adelanto electoral: «Se Galicia puidese soltar o lastre que supón agora o Goberno central estaría moito mellor».

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, siguió la misma línea, pero basando su argumentación en los intentos de control ideológico por parte de la Xunta en los centros educativos y en la antigua CRTVG, ahora CSAG, cuya nueva directora xeral, Concha Pombo, eligió el Parlamento en este pleno«Censura e manipulacións para intentar tapar a súa falta de solucións», sintetizó la líder nacionalista, quien acusó en varias ocasiones al Partido Popular de haberse adentrado en su vertiente «máis ultra». 

También tildó a la corporación audiovisual como un «arma de manipulación masiva», una «TelePP na que so lle queda [a Alfonso Rueda] presentala». «Non aturan a crítica e por iso intentan prohibila por todos os medios», añadió Pontón, citando además trabas desde la Xunta a las protestas de médicos por falta de personal, las banderas de Palestina colgadas en los centros educativos o las protestas contra la planta de Altri en Palas de Rei en un centro escolar.

Xoán A. Soler

El titular de la Xunta negó que se apliquen mecanismos de censura en los centros educativos y defendió la libertad ideológica en las aulas, avanzando además la creación de una oficina específica de atención al docente, un anuncio que ha sentado mal entre sindicatos de profesores como ANPE. Rueda pasó entonces a devolverle las acusaciones de manipulación, acusándola de edulcorar y blanquear su mensaje durante la campaña de las últimas elecciones gallegas para atraer al electorado. Situación, continuó, que cambió después de que los populares revalidasen su mayoría absoluta: «Os seus xefes lle dixeron que xa volvía pensar como sempre. Porque total, disimular como nunca para perder coma sempre non lles comprensou. Iso si que é control ideolóxico», expuso.

En los últimos plenos, el presidente de la Xunta había catalogado a Pontón como experta medioambientalista, tras cuestionar los informes de la Administración autonómica favorables a la implantación de Altri, y de jueza o fiscal, al acusarla de saltarse la presunción de inocencia. «Agora coñecemos a Pontón policía do bó pensamento», etiquetó a la líder del BNG, formación que reparte «carnés de bós e malos galegos segundo o que pensan». Afeó las manifestaciones contra las sedes del PP, dirigidas por los nacionalistas -señaló-, el control ideológico sobre plataformas vecinales como Ulloa Viva, y le reprochó haber buscado «por terra, mar e aire» a una candidatura alternativa a Pombo para la CRTVG sin éxito. En cuanto a los centros educativos, resumió: «Os alumnos a aprender e os docentes a ensinar».