
El proceso para acceder a Harvard comienza más de un año antes, en primero de bachillerato
15 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Acceder desde Galicia a la cumbre de las universidades requiere paciencia y dedicación. Pero también una cierta comodidad económica, porque aunque existen algunas becas, puede ser necesario desembolsar decenas de miles de euros para costear los cursos académicos y poder hacer vida en los campus de la élite académica mundial.
Es el caso de Harvard, a la que solo acceden el 4 % de los estudiantes que se preinscriben cada año. Para poder estudiar allí, el proceso es similar al de otras universidades estadounidenses, como Stanford. La preinscripción arranca en la primavera o el verano de 1.º de bachillerato y se realiza mediante una aplicación en la que hay que adjuntar el expediente académico, un par de cartas de recomendación de los profesores del instituto y un informe de valoración del centro en el que se estudia el bachillerato.
Pero para poder realizar ese trámite es imprescindible presentarse a un examen estandarizado, común para todas las universidades del país, que evalúa las competencias del estudiante en diferentes ámbitos. Hay dos tipos de prueba, la SAT o la ATC —se puede optar por una u otra— y se convocan varias al año. Una vez completada la solicitud, con ese examen superado, se debe esperar a marzo del año siguiente para conocer la resolución final de la universidad. El precio medio de un curso en Harvard alcanza los 87.000 dólares —incluyendo matrícula, residencia y seguro de salud—, pero la universidad se compromete a ayudar económicamente a aquellos estudiantes que no puedan sufragar la totalidad del coste.
El proceso es similar en Cambridge, la primera universidad británica que aparece en el ránking de Shanghái. Los alumnos que deseen acceder a la institución inglesa deben presentar su solicitud en octubre, mientras estudian 2.º de bachillerato, en una aplicación online. En invierno, antes de Navidad, deben realizar una entrevista y en agosto del año siguiente sabrán si tienen plaza. El veredicto lo conocerán tras realizar la PAU, en la que necesitan sacar más de un 10,8 para poder acceder a esa universidad, donde el coste de la matrícula varía según la carrera: 27.000 libras para Historia, 30.000 para Matemáticas o 70.000 para Medicina. Los precios son similares a los que se manejan en Oxford, cuyo sistema de admisión es casi idéntico al de su principal competidor. Además, es imprescindible certificar un C1 de inglés.
Fuera del mundo anglosajón pueden barajarse la opción de estudiar en las pioneras universidades chinas. La que aparece mejor posicionada es la de Tsinghua, en Pekín, donde se imparten decenas de grados íntegramente en inglés. El coste de la matrícula es mucho más económico que en Estados Unidos o el Reino Unido. Ronda los 100.000 yuanes, unos 10.000 euros, a los que hay que sumar otros 900 al mes para costearse la vida en la capital china.
Pero más allá de las gestiones con las propias universidades, los estudiantes que deseen estudiar en el extranjero, fuera de la Unión Europea —con opciones muy prestigiosas y más accesibles en Francia, Suiza o Dinamarca— deben tener en mente otro proceso. Al ser aceptados por cualquier universidad, deben tramitar la visa que les permite vivir y estudiar allí de forma legal, un trámite complejo y dilatado en el tiempo.