Portugal regulará las lanchas rápidas tras la muerte de un militar en una operación contra el narco

Brais Suárez
BRAIS SUÁREZ OPORTO / E. LA VOZ

GALICIA

Una narcolancha varada en una playa del Barbanza, en una imagen de archivo.
Una narcolancha varada en una playa del Barbanza, en una imagen de archivo. CARMELA QUEIJEIRO

Dos sospechosos fueron detenidos en la actuación acusados de homicidio y se han abierto diligencias también en España

29 oct 2025 . Actualizado a las 08:24 h.

El presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, promulgó este martes la ley que regula la posesión, comercio y utilización de embarcaciones de alta velocidad, habitualmente utilizadas en el ámbito del narcotráfico. La legislación, semejante a la que España aprobó en el 2018, se viene reclamando desde los últimos años, pero las sucesivas crisis de Gobierno han impedido que se aprobara hasta este mes en el Parlamento.

El texto se considera clave para una lucha conjunta de ambos estados contra el tráfico de estupefacientes, apuntando a una de sus herramientas fundamentales. Entre otras cosas, prevé penas de cuatro años de cárcel para quien transporte, importe o exporte lanchas rápidas o quien las use para entrar y salir del territorio portugués sin autorización. Además, los proyectos de construcción o modificación de este tipo de barcos deben ser comunicados a las autoridades, bajo penas de dos años. También se limitan la cantidad de combustible y los dispositivos electrónicos incorporados y se incrementan las multas para los infractores.

La promulgación del texto se produce en un contexto de aumento de la violencia por parte de las organizaciones que trafican con droga. En la medianoche de este lunes, un miembro del servicio de Guardacostas de la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal murió durante una operación de vigilancia, en la frontera entre el Algarve y Andalucía. Junto a la víctima, un hombre de 50 años que resultó decapitado en el accidente, resultaron heridos leves otros tres oficiales; uno con un brazo fracturado y los otros dos, con escoriaciones.

La operación comenzó cuando la lancha rápida fue detectada en el río Guadiana y una patrulla de vigilancia costera de Olhão fue enviada a su encuentro. Cuando se aproximaban, los presuntos traficantes embistieron a los oficiales. La lancha de los sospechosos fue encontrada pocos kilómetros al sur, en llamas, y ellos lograron darse a la fuga. El tipo de embarcación y la ruta que seguía indica que se trataba de una operación de narcotráfico, como las habitualmente realizadas para la entrada de hachís del norte de África en Europa.

Detenciones en España

Además, hacia el final de la tarde del martes, se confirmó la detención de dos sospechosos con antecedentes por tráfico de estupefacientes en España. Atravesaban en un vehículo con matrícula española un puente fronterizo y, según medios lusos, llevaban una gran cantidad de dinero consigo. Fueron puestos a disposición de la Policía Judicial, que ha abierto una investigación por homicidio y tres tentativas de homicidio.

Tras lo sucedido, la GNR inició diligencias a ambas orillas del río para entender las circunstancias en que ocurrió el incendio de la lancha y encontrar pruebas para identificar a los sospechosos. En la operación también están implicadas la Policía Marítima, la Autoridad Nacional de Emergencias y Protección Civil y también la Guardia Civil española, que acumularon hasta 35 efectivos y 14 vehículos.

Horas antes, la ministra del Interior, Maria Lúcia Amaral, había confirmado ante el Parlamento la muerte del militar y se comprometió a atrapar a los culpables: «Estas lanchas hacen todo tipo de tráfico de sustancias ilegales y personas. El Gobierno quiere expresar su compromiso de que hará todo, conjuntamente con las autoridades españolas, para detener a los autores del delito», dijo Amaral al inicio de la sesión, seguida de un aplauso de homenaje a la víctima por parte de todos los diputados.

Los máximos representantes políticos portugueses también emitieron sus condolencias: el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, transmitió su «pesar» a la familia de la víctima y su «solidaridad y apoyo» a los heridos, así como exigió «la debida investigación y castigo». También el primer ministro, Luís Montenegro, expresó su «profundo pesar».