El Sergas presenta una guía para mejorar la atención a las mujeres en los centros de salud

La Voz REDACCIÓN

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De izquierda a derecha, Patricia Pazos, facultativa especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo; Patricia Pazos, subdirectora xeral de Atención Primaria; Lorenzo Armenteros, médico de familia en el centro de salud Illas Canarias de Lugo; y Diana Luque, matrona del centro de salud de As Fontiñas, en Santiago.
De izquierda a derecha, Patricia Pazos, facultativa especialista en Obstetricia y Ginecología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo; Patricia Pazos, subdirectora xeral de Atención Primaria; Lorenzo Armenteros, médico de familia en el centro de salud Illas Canarias de Lugo; y Diana Luque, matrona del centro de salud de As Fontiñas, en Santiago. GONZALO BARRAL

En ella se recogen prácticas de éxito y recomendaciones para aplicar en consulta la perspectiva de género

15 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Echar por tierra viejos tabúes, promover el autocuidado y mejorar la atención de las mujeres en los centros de salud es el objetivo de la guía A saúde das mulleres en atención primaria. El documento, elaborado por el Servizo Galego de Saúde (Sergas) con relevantes referencias bibliográficas y con las aportaciones de los profesionales, no solo recoge recomendaciones para incorporar la perspectiva de género a la práctica clínica, sino que recopila todas aquellas experiencias, actuaciones y protocolos de éxito que ya aplican en su día a día matronas, enfermeros, fisioterapeutas y médicos.

«Con la guía, lo que queremos es visibilizar las necesidades específicas de las mujeres», explicaba este viernes Patricia Pazos, subdirectora xeral de Atención Primaria, en el café de redacción organizado para arrojar luz sobre esta cuestión, vital para toda la población femenina. Pazos puso el foco en la llamada morbilidad diferencial, que engloba todos esos condicionantes de salud que afectan a las mujeres y que muchas veces no se abordan como se debería a causa del fuerte sesgo masculino que continúa impregnando —aunque cada vez menos— toda la investigación y las prácticas sanitarias.

¿Pero cuáles son esas especificidades que los sanitarios deberían conocer? «Existen una serie de condiciones que son más propias de la mujer, como la endometriosis, la menopausia o el cuidado del suelo pélvico», cuestiones que, como explica la ginecóloga del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, Laura González, han sido «históricamente un tabú y que no se deberían normalizar». Acabar con la reticencia de las mujeres a la hora de expresar sus problemas y solicitar ayuda es, precisamente, uno de los objetivos que persigue la guía presentada por el Sergas.

«Hay que romper ese círculo de resignación y acabar con el pudor que existe a la hora de hablar de enfermedades; debemos darles a las mujeres la capacidad de informar sobre sus problemas y de resolver situaciones», recalca Lorenzo Armenteros, médico de familia en el centro de salud Illas Canarias de Lugo. Coincide con él Diana Luque, matrona en el centro de salud de As Fontiñas, en Santiago, que considera que es fundamental trabajar en la prevención desde la infancia.

En esa prevención temprana entra en juego, por ejemplo, el cuidado del suelo pélvico. Luque, que trabaja codo con codo con los pediatras para promover la salud menstrual desde que las niñas experimentan su primer ciclo, pone un ejemplo: «Es importante que las niñas, cuando están en el colegio, no se aguanten las ganas de orinar, porque eso puede generar patologías en el futuro». Como ese, pequeños gestos en el día a día pueden ser importantes para que la salud no se resienta con el paso del tiempo.

La importancia de explorar

Otra cuestión fundamental para evitar complicaciones futuras y mejorar la atención sanitaria es la exploración que los profesionales deben realizar en consulta. «Vemos mujeres con supuestas infecciones que acaban siendo cultivos negativos; muchas veces, llegan a consulta y dicen: ‘‘No, no, es que nunca me miraron’’», lamenta el doctor Armenteros, que cree que una de las claves pasa por derrumbar el pudor a explorar que existe entre algunos de sus compañeros.

«Si te lo cuentan de palabra, puedes pensar muchas veces que se trata de una infección de orina, pero con una simple exploración puedes ver que, a lo mejor, es solo una atrofia en una mujer menopáusica», desvela la especialista en Obstetricia y Ginecología, Laura González, que admite que el documento presentado por la Consellería de Sanidade ayuda a promover esas exploraciones para que aumente la calidad asistencial. «Muchas veces, por miedo o desconfianza, se retrasan diagnósticos, o se tratan de manera inadecuada», recalca.

A saúde das mulleres en atención primaria también se fija en el bienestar de las mujeres en edad fértil, un colectivo para el que son determinantes las conocidas como consultas preconcepcionales, aquellas que se realizan antes de una hipotética gestación para «detectar factores de riesgo y hábitos de vida que podemos modificar para tener un mejor embarazo; porque todo lo que haga la mujer, va a repercutir en el bebé», explica la matrona Diana Luque.

Hablar de embarazos es hablar también de lactancia, una práctica por la que optan el 80 % de las madres gallegas y para la que son importantes iniciativas como los bancos de leche que existen en la comunidad —en Vigo y en Santiago— y que han conseguido aumentar el número de mujeres que quieren amamantar a sus hijos. «En el documento se menciona y lo que intentamos es promover la lactancia hasta los primeros seis meses de vida», comenta la subdirectora xeral, que recuerda que la guía es un tributo al trabajo que ya realizan los profesionales sanitarios e invita a toda la población interesada a consultar la guía, que estará siempre abierta a actualizaciones. «Queremos estar ahí para ver qué nos demandan los profesionales y respaldarlos», concluye.

El dolor menstrual y la atención de las personas trans, otros desafíos que hay que abordar

Una mujer tendrá a lo largo de su vida unas 500 menstruaciones. El dato lo aporta la matrona Diana Luque, que puso sobre la mesa la importancia de proporcionar a las mujeres información útil y veraz para mejorar su bienestar y evitar que normalicen «el dolor o los sangrados excesivos» que repercuten en su calidad de vida. «El sangrado excesivo es una de las primeras causas de anemia y el hecho de haberlo normalizado hace que no haya una recuperación adecuada», añade el doctor Lorenzo Armenteros.

La guía promovida por el Sergas, que recoge recomendaciones para abordar adecuadamente todos los condicionantes que diferencian a las mujeres en patologías diversas como las cardiovasculares —la primera causa de muerte femenina— o reumatológicas, también trata de desmontar estereotipos que interceden en la actitud de las mujeres a la hora de solicitar asistencia sanitaria. «Ellas siempre priorizan la salud de los demás a sus propios problemas y necesidades», comenta la subdirectora xeral, Patricia Pazos, que pide «velar por todas ellas».

Los cuatro expertos citados ayer por La Voz coinciden en que la empatía, la exploración y la escucha activa son fundamentales para un buen diagnóstico, también en el caso de las mujeres y hombres trans, un colectivo al que la guía de Sanidade dedica un apartado importante.

«Son pacientes que traen unas circunstancias que hay que intentar entender y atender», explica Laura González, que aplica en el hospital Álvaro Cunqueiro una modalidad de consulta que combina ginecología y endocrinología y que acompaña a los pacientes para ganar su confianza y poder abordar sus patologías o cirugías. «Lo positivo de todo esto es que puedan acceder a las consultas de una manera fácil y que hagan unos tratamientos de forma saludable, que tengan los cuidados que necesitan y que se les oriente de forma adecuada», subraya la doctora.