El Celta busca su primera victoria fuera en 137 días en Cornellá para mantener la distancia con el descenso
24 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta busca el impulso definitivo en Cornellá. Después de ver la luz tras hacerse fuerte en Balaídos pretende aclarar el panorama de la permanencia en la doble salida que le espera en el margen de tres días. Además, porque el triunfo del Valladolid en la noche de ayer ante el Girona mete en descenso al Levante y vuelve a comprimir la zona baja. De hecho el equipo de Escribá iniciará su partido con un punto de margen sobre el descenso. El rival en esta carrera por la tranquilidad será un Espanyol que todavía alberga esperanzas continentales después de apurar el paso en el último mes.
Los vigueses viajan esta mañana asumiendo el reto de volver a ganar a domicilio 137 días después. Desde el 8 de diciembre en Villarreal no saben lo que es volver a casa con un triunfo debajo del brazo. Acumulan siete derrotas y dos empates. Escribá lo sabe y ve al equipo capacitado para romper la tendencia pese al rival y el escenario. Frente al Espanyol en Barcelona los celestes solo han ganado en una ocasión en las últimas ocho visitas. Fue dos temporadas atrás con los goles postreros de Rossi y Pione Sisto.
Desde que volvió Aspas y el equipo comenzó la reconquista, Escribá solo ha ido tocando una pieza por partido. Esta noche tendrá que hacer un cambio obligado por la sanción de Boufal y si mantiene su decisión de no tocar el 4-4-2 como esquema, la solución más lógica colocaría a Hjulsager en la banda izquierda por delante de su compatriota Pione Sisto, que parece haber perdido el paso. Ante la Real Sociedad la solución fue Jozabed, pero las bandas no son precisamente el territorio del sevillano.
Cualquier otro movimiento en la medular o la línea defensiva sonaría a sorpresa porque el cuarteto defensivo parece consolidado (el sábado la única ocasión que concedió el equipo fue el gol del Girona en el único tiro entre los tres palos) y en la sala de máquinas Okay, que está apercibido con cuatro amarillas en el segundo ciclo, y Lobotka parecen haber encontrado la estabilidad que tanto necesitaba el equipo.
Uno de los grandes focos del partido será el duelo de goleadores formados en A Madroa entre Iago Aspas y Borja Iglesias. El moañés le ha cambiado la cara a su equipo y ha hecho crecer a su alrededor a futbolistas capitales como Maxi, Boudebouz, los mediocentros o Hugo Mallo, y el compostelano ha demostrado en su primer año en la élite que lo tiene todo para triunfar en Primera. El Panda, nombre que heredó de toda a aquella generación del Celta B que pugnó por el ascenso a Segunda A, será la principal amenaza perica, un equipo del que teme Escribá su velocidad para correr el contragolpe, lo que debe empujar a los vigueses a ser muy cautos con el manejo del balón para evitar las pérdidas innecesarias. La primera clave para seguir sumando camino de la permanencia.