La nueva perla de la fábrica de A Madroa que se curte con el primer equipo

alberto estévez ingelmo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Iker Losada marcó su primer tanto con el Celta frente al Unión Berlín

03 ago 2019 . Actualizado a las 13:02 h.

Las vacaciones de verano tras un año «perdido» han servido para que en Casa Celta hayan vuelto a recuperar lo que tantas alegrías le ha dado al club: su identidad. La repatriación de canteranos y la apuesta del filial por la gente de casa son los síntomas de que el modelo Celta está retomando el camino correcto. El club vigués ha sacado pecho esta pretemporada de los jugadores de la primera plantilla formados en A Madroa, además de los miembros del Celta B y juveniles que acompañaron al equipo en la concentración de A Toxa y Portonovo.

Una de las sensaciones de este verano es Iker Losada, futbolista de 18 años recién cumplidos que entró en los planes de Escribá para realizar la preparación junto a los «mayores», tal y como dijo un chico de Moaña que ahora porta el diez en su espalda. El canterano está respondiendo a las exigencias que conlleva una pretemporada con un conjunto profesional y ya se estrenó con el primer equipo en el partido amistoso de ayer frente al Unión Berlín, que se suspendió por la irrupción de una tormenta.

El de Catoira es una de las nuevas perlas que está sacando la cantera céltica junto a otros jóvenes como Sergio Carreira o Miguel Rodríguez. Losada llegó al Celta en categoría infantil proveniente del Catoira, el club de su localidad natal. El talentoso mediapunta ha sido pieza clave en el mejor Celta juvenil de la historia, en cuanto a puntos clasificatorios se refiere, y también es un fijo en las listas de la selección española sub-18, con la que levantó la Slovakia Cup y la Copa del Atlántico este mismo año. Además, la campaña pasada llegó a debutar con el filial en el mes de diciembre ante el Unión Adarve, y es que no muchos canteranos pueden presumir de jugar con el Celta B en su segundo año como juvenil.

Lo que está claro es que si Iker continúa con esta progresión no debería ser extraño que su nombre esté en la mente del técnico de turno para pisar en unos años el césped de Balaídos, pero mientras se unirá este curso a las filas del filial dirigido por Jacobo Montes. La filosofía del club parece haber dado un giro de 180 grados y la cantera vuelve a ser el plan A. Los últimos malos años con fichajes exóticos que no han rendido como se esperaba provocan que los chicos de A Madroa vuelvan a ser la primera opción.