Iker Losada: «Al marcar pensé en mi abuela, que siempre me decía que iba a jugar en Balaídos»

La VOz VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

El canterano celeste, goleador frente al Real Madrid, se dispone a comenzar sus estudios de Derecho

22 ago 2019 . Actualizado a las 05:32 h.

El canterano Iker Losada ha concedido su primera entrevista a los medios oficiales del club tras estrenarse como goleador a los 18 años en el primer partido de Liga, en el que su tanto al poco de salir no pudo evitar la derrota frente al Real Madrid. El joven, nacido en Catoira, repasa su trayectoria y cuenta cómo vivió su estreno como goleador en su primera experiencia en la élite.

Iker recuerda que comenzó a jugar en el Catoira y de ahí se fue «directo al Celta», donde va a cumplir su octava temporada. «El primer año, cuando empecé a entrenar aquí, me traía mi padre. Hasta que nos enteramos que había un autobús que venía desde Santiago», recuerda. Fue en juveniles cuando se instaló en la residencia. «Veo poco a la familia, un fin de semana de cada dos, y más el año pasado con el juvenil y viajando con el filial. Pero quien algo quiere, algo le cuesta», destaca el canterano.

Ya solo el hecho de hacer la pretemporada con el primer equipo era un sueño cumplido para él. «Es increíble estar con esta gente que veías por la tele o tenías en los juegos de la Play», señala. Por eso no oculta que al principio le imponía. «Noté la diferencia de jugar en juveniles, al principio me costó, estaba más cortado. Al pasar el tiempo la gente quiere que te incorpores y al final, muy bien. Cuando te sueltas ya va solo, como si lleváramos toda la vida jugando juntos».

El sábado vivió un día inolvidable para él al lograr su primer gol en Primera el mismo día que se estrenaba en la categoría convirtiéndose en el primer goleador del equipo en el siglo XXI. «Estaba contento, quería celebrar, pero como íbamos 1-3, pensé: ‘Vamos al campo a ver si se puede remontar. Estaba muy contento, pero mal por el resultado», recuerda.

En el momento de marcar se acordó de alguien muy especial para él. «Pensé en mi abuela, que siempre me decía que iba a jugar en Balaídos y hace relativamente poco que murió», cuenta. Al conseguirlo se sumó a otros canteranos que le sirven como espejo. «Con tantos en el primer equipo le das a entender a la cantera que ellos pueden llegar a ser un Iago o un Brais. A mí me motiva mucho más que haya canteranos que gente de fuera», valora.

A la hora de hablar de sí mismo como futbolista, cree que su principal virtud es su «verticalidad hacia portería». Pero también tiene claro dónde tiene un mayor margen para seguir creciendo: «Defensivamente tengo que mejorar mucho, y mentalmente también. Cuando algo no me sale, me vengo abajo».

Ahora se enfrenta a muchos retos nuevos, ya que va a comenzar sus estudios universitarios. «Quiero hacer Derecho, que es una carrera de cuatro años, pero si me lleva ocho o nueve no pasa nada», analiza. Deportivamente, sus objetivos son quedar «lo más arriba posible con el juvenil y con el B» y, si puede ser, «jugar algún partido más con el primer equipo».