Rafinha: «Aquí sé que voy a ser feliz»

X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El centrocampista cedido por el Barça dejó claro en su presentación que su única intención desde el principio del verano era regresar al Celta, en donde espera tener la continuidad que tanto desea

07 sep 2019 . Actualizado a las 22:04 h.

Si algo quedó claro en la concurrida presentación de Rafinha Alcantara es que el futbolista tenía claro desde el inicio del verano que su deseo era regresar al Celta. ¿Por qué? «Porque aquí me siento en casa. Sé que voy a ser feliz y porque aquí creo que puedo sacar lo mejor de mí como futbolista. Después de todo este tiempo lo que más necesitaba era continuidad y por eso estoy aquí». Por eso hizo un esfuerzo importe a nivel económico para que su caché no fuera impedimento al conjunto vigués para hacerse con sus servicios.

Antonio Chaves, el director general, fue el hilo conductor de su fichaje desde el principio del verano, desveló. «Con Antonio tengo muy buena relación, cada año hablábamos, cuando acabó la temporada y estaba de vacaciones empezamos a hablar y fue surgiendo más interés. Sabíamos que era una operación difícil pero muy feliz de que se haya realizado», convirtiéndose en el cuarto integrante de la operación retorno realizada por el club este verano: «Es ilusionante para todos los celtistas tener a gente de casa, a jugadores jóvenes con muchísimo talento. Tengo muchísimas ganas de empezar».

Para el segundo de los Alcántara fue su segunda presentación como celeste. En el 2013 todo eran distinto, el club y el futbolista. «Creo que es una plantilla más fuerte que hace seis años. Yo era un niño, era mi primer año en Primera, me siento más maduro para tener más responsabilidades», comentó estableciendo diferencias entre aquel chaval que con 20 años llegó a Vigo de la mano de Luis Enrique y el que ahora regresa con la intención de ser un jugador importante en un Celta ilusionante.

Rafinha no quiso poner objetivos de inicio: «Nunca he sido de ponerme metas pero todo el mundo sabe que vamos a aspirar a lo máximo. Tenemos que ser realistas y cada partido será importante. Con el talento se puede hacer cosas grandes, pero cada partido va a ser una guerra, hay que ir despacio para ilusionarnos más después», avisando que la liga ya ha comenzado a deparar sustos, comenzando por su equipo de procedencia, un Barça al que siempre es difícil dejar porque «cuando estás en el mejor club del mundo jugando y sintiéndote bien es difícil despedirte. Pero si sabes que no va a tener la continuidad que deseas lo mejor que podía hacer es tener una oportunidad en otro club». Acumular partidos y minutos se ha convertido en algo prioritario para el futbolista tras un año tan complicado.

Vio los tres partidos

Y aunque disputó los tres partidos de liga con el Barcelona no perdió detalle de lo que hacía su Celta: «He visto todos los partidos y ha sido uno de los motivos de querer venir aquí, por la forma que se está jugando y la idea que tiene el entrenador. Para mí es muy bonito ver cómo juegan, cómo quieren el balón, saber cómo atacan y defienden. Tengo muchas ganas de poder estar en el campo». Se ofrece para jugar de lo que sea «delantero centro, lateral izquierdo si queréis», bromeó después de recordar que «puedo jugar en medio o en banda, es fácil decir lo que el entrenador pida, soy mediocampista pero estoy preparado para ser un jugador de banda». Esta mañana, en el amistoso ante el Famaliçao, el líder de la liga portuguesa, Escribá comenzará a buscarle acomodo.

Y en clave de futuro y aunque llegue cedido sin opción de compra no descarta seguir en Vigo. «Hace unos días no sabía que iba a estar aquí». Aunque lo deseaba con todas sus fuerzas como quedó patente en el acto y que ya había anticipado su hermano Thiago Alcántara, el ídolo de Rafa después de Mazinho, en la víspera. Ahora, con 26 años el toca firmar la temporada de su vida vestido de celeste, el color que ya vistió cuando daba sus primeros pasos.

El club pone de relieve el esfuerzo económico que realizó el futbolista para poder volver a Vigo

En esta ocasión los mensajes de los representantes del club en la presentación de Rafinha no se ciñeron a lo protocolario. Ante la ausencia de Carlos Mouriño, que sí apareció después en el campo, la consejera María Jose Táboas quiso poner en valor por encima de todo es esfuerzo económico del futbolista para poder firmar en el Celta. «Fue un trabajo arduo del equipo directivo pero también hay que destacar que si esto hoy es una realidad es gracias a la voluntad de Rafinha de volver con nosotros. Él ha hecho un esfuerzo personal, deportivo pero sobre todo es de destacar que ha hecho un esfuerzo económico que no es algo muy común en deportistas o incluso en cualquiera de nosotros y esperamos que eso se lo agradezca todo el mundo y que lo valore el celtismo», comentó la consejera celeste.

Mario Bermejo, que en el 2013 compartió vestuario con el hispanobrasileño y que en esta ocasión sustituyó al director deportivo Felipe Miñambres, también hizo referencia a las renuncias del segundo de los Alcántara: «Rafa está aquí porque ha querido él. Ha puesto mucho de su parte y nosotros estamos orgullosos de volver a verle con la camiseta del Celta. Deseamos que sea feliz porque así podrá destapar el talento que tiene dentro».

De las palabras de los dos representantes del club celeste se desprende una importante reducción en la ficha del jugador para que el Celta pudiese cuadrar las cuentas y darle cabida en una plantilla que este verano ha incorporado a siete jugadores con el objetivo de dar un salto de calidad importante.

Según consta en las condiciones del contrato Rafinha llega a Vigo en calidad de cedido sin opción de compra y con unos variables de 1,5 millones que tendría que asumir el Celta.