Una sonrisa contagiosa

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Rafinha irradió felicidad en su regreso a Balaídos, en el que estuvo acompañado por 3.000 celtistas

06 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La sonrisa de Rafinha Alcántara en su regreso a Balaídos no dejaba lugar a dudas. Aunque de pocas palabras, como él mismo confesó, aseguró sentirse feliz y sus gestos iban en sintonía con sus palabras. Apareció por la sala de prensa con una sonrisa de oreja a oreja que se mantuvo durante todo el acto, tanto sobre el césped como en la tienda atendiendo a los 3.000 aficionados que se dieron cita.

Y si no caben las dudas sobre la felicidad del futbolista, lo mismo ocurre con el entusiasmo generado en la afición por su fichaje. Centenares de aficionados esperaban ya en el estadio a falta de una hora para el comienzo de la presentación, y poco a poco fueron llegando más hasta formar una multitud que dio una cálida bienvenida al jugador.

Rafinha estuvo acompañado por su madre, Valeria, y por dos de sus hermanos, Bruno y Thaisa. Faltaba Thiago, pero el nuevo céltico hizo que también tuviera su protagonismo. Fue a la hora de responder a una de las preguntas de la afición, que quién era su ídolo futbolístico dejando al margen a su padre, Mazinho, que en este caso no le acompañó. Rafinha respondió que lo tenía fácil al tener a sus grandes ídolos en casa.

En un ambiente festivo, con DJ incluido como en otras presentaciones, el futbolista cedido por el Barcelona respondió varias cuestiones planteadas por la afición. Siempre dejando claro lo cercano que se siente a la entidad y la ilusión que le hace estar de vuelta. No faltaron los lanzamientos de balones, algunos entregados en mano a pequeños celtistas que compartían sonrisas con Rafinha.

Otro de los momentos más emotivos llegó al final, cuando en teoría se retiraba a vestuarios pero la insistencia de los aficionados en saludarle retrasaba el momento. Fue ya en el túnel de vestuarios cuando se cruzó con Mouriño, que ayer estuvo en un segundo plano y no acudió a la sala de prensa como en otras presentaciones, y se fundieron en un emotivo abrazo.

Quedaba todavía el momento de las firmas en la tienda del club. Aficionados de todas las edades, la mayoría de celeste y con los más pequeños como máximos exponentes de la ilusión, guardaron cola para hacerse con el autógrafo del que compite por ser uno de los fichajes más ilusionantes del verano celeste.