La vida sigue igual en Barreiro

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Pontevedra remonta y esl cuarto equio que derrota en casa al Celta B

26 oct 2019 . Actualizado a las 18:50 h.

La vida sigue igual para el Celta B y ya son cuatro derrotas en casa en cinco partidos. La salvedad con respecto al pasado inmediato fue que en esta ocasión se adelantó pero el Pontevedra, a base de empuje, le dio la vuelta al partido con dos jugadores salidos desde el banquillo. Uno de ellos, Santi Figueroa, ni iba a entrar en la convocatoria, pero acabó firmando el empate, y Rivera, poco después de pisar el campo, marcó de tiro cruzado el 1-2 en el 89. El mejor debut posible para Jesús Ramos en el banquillo granate.

Los prolegómenos alteraron el guion previsto. Jacobo Montes tuvo tres bajas en el filial por exigencias del primer equipo y Jesús Ramos debutó como primer entrenador en el Pontevedra teniendo que prescindir de Nacho López en el calentamiento por molestias, recomponiendo el equipo con Pedro Vázquez y dando entrada en el banquillo a Santi Figueroa, que a priori era el descarte.

Los movimientos de piezas dieron paso al intercambio de golpes iniciales de un derbi que nació muy vivo. Yeboah avisó para el Celta B en la primera jugada pero un cabezazo de Bustos que salió rozando el travesaño fue la réplica de los granates, que se plantaron en Barreiro con un 4-1-4-1 por momentos con la presión en bloque alto y en otras esperando a un Celta B con más balón que profundidad. Hasta que Manolito Apeh salió airoso de la primera maniobra de desmarque y recibió una asistencia perfecta de Jacobo desde la derecha para convertirla en gol con un remate certero a la primera.

El 1-0 a la media hora dibujaba un escenario insólito para el Celta B en Barreiro, que salvo ante el Melilla siempre tuvo que remar contracorriente. El Pontevedra acusó el golpe de inicio pero antes del final del primer acto pudo hacer daño a balón parado, pero la defensa celeste salió indemne.

En el segundo tiempo todo cambió y el Pontevedra le dio la vuelta al marcador. Más por empuje que por juego. Los granates se encontraron de inicio con Fran Vieites, que dio todo un recital y firmó una parada antológica ante un remate a bocajarro de Javi Pazos. Pero el asedio tuvo recompensa a falta de un cuarto de hora cuando Santi Figueroa enganchó un rechace del meta del Pontecesures y envió el balón al fondo de las mallas.

El 1-1 no sació al Pontevedra, que aprovechó el subidón del gol para ganar todos los balones divididos ante un Celta B cansado, sin brújula y sin la referencia de Apeh (sustituido para que no viera la segunda amarilla). En ese escenario los granates supieron esperar su oportunidad y en el 89 un pase filtrado dentro del área llegó a Rivera que casi sin ángulo cruzó el balón y tras tocar en el palo se convirtió en el segundo gol. El derbi tuvo cinco minutos de alargue pero el triunfo del Pontevedra nunca corrió peligro. El Celta B tiene un serio problema en Barreiro.