Los contratos están blindados y no hay seguro para este tipo de contingencias
18 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La suspensión de la Eurocopa abre la puerta a la que LaLiga se pueda terminar, lo que a su vez significa que el Celta pueda recibir el 100 % de los 49 millones de euros que tiene previsto ingresar por televisión (la partida más grande de todas, y con mucha diferencia sobre las demás) y cubrir casi en su totalidad un presupuesto de 87 millones de euros.
Porque, además del daño deportivo, la pandemia del coronavirus también acarrea un grave problemas económico a todos los clubes. En el caso del Celta, si no se finalizara la liga y no se jugaran las once jornadas que quedan pendientes en Primera División, el club correría el riesgo de perder el 25 % del contrato televisivo, lo que traducido en cifras rondaría los 12,5 millones de euros, cantidad a la que hay que añadir la parte proporcional de patrocinios, taquillas y el dinero que le queda pendiente por cobrar a la plantilla (el gasto diario es de 106.000 euros) y al resto del personal no adscrito al primer plantel (desde el director deportivo a todos los ejecutivos y demás empleados).
Y en un escenario tan inesperado, ni el Celta ni seguramente ningún club del mundo, tiene un seguro para este tipo de contingencias. Una de las salidas podría estar en un ERTE para el personal, algo sobre lo que el club prefiere esperar, especialmente por el tiempo que pueda durar el parón y sus efectos derivados. Si la competición se reanuda y dentro de un mes (en el mejor escenario) vuelve la normalidad, quizás no sea necesario tomar medidas drásticas.
En cualquier circunstancia, los contratos de los futbolista están blindados por completo. El Celta entiende, no obstante, que la situación actual es un caso de fuerza mayor y que en ese sentido todos los contratos lo deben estar.
La entidad cuenta en estos momentos con 136 empleados en nómina (de los que 24 son futbolistas de la primera plantilla), pero a ellos hay que añadirles 40 que tienen contrato por la Fundación Celta y nueve por la sociedad Afouteza e Corazón, que es la encargada de gestionar el área de negocio de la entidad (A Sede como ejemplo). En total, solo a sueldos, la entidad destina más de 45 millones.
Por el momento, el Celta no hace cuentas y espera acontecimientos. El deseo de la LFP es poder acabar las dos competiciones, y eso garantizaría el contrato televisivo pero falta por ver cuándo se podrá reanudar la liga (y cuándo se podrá comenzar a entrenar) y si para entonces quedan fechas suficientes para acabar antes del 30 de junio, fecha en la que finalizan los contratos. En el caso del Celta, podrían correr riesgo los cedidos, grupo del que forman parte futbolistas fundamentales como Murillo o Rafinha.
A mayores está el área de negocio. Tanto A Sede como la tienda de Balaídos están cerradas y el club también pierde por ese lado parte de sus ingresos. En ambos ámbitos, tanto en el deportivo como en el comercial, la fecha en la que se levante el estado de alarma será el momento de evaluar los daños económicos de la pandemia.
