«Hugo le dijo a mi padre que a ver si se conocen en Balaídos»

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Santiago Montenegro cuenta la experiencia de su progenitor, socio histórico de 81 años que vive solo y recibió la llamada del capitán del Celta

03 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Santiago Montenegro padre, de 81 años, le contó a su hijo -que se llama igual- que había recibido una llamada del Celta y otra de su capitán, Hugo Mallo, reconoce que desconfió un poco. «Temía que se tratara de otra cosa, que pudieran intentar sacar datos a gente mayor. Pero esta mañana -por ayer- llamé al Celta y me confirmaron la iniciativa», cuenta Santiago hijo, que ayer compartió en Twitter el detalle que había tenido el club con este socio histórico -como con otros abonados en situaciones similares- durante este confinamiento.

«Mi padre tiene 81 años. Vive solo. Es socio número 19 del Celta. Ayer recibió una llamada del club para interesarse por él, después le llamó Hugo Mallo y estuvieron un rato de charla. #ideasparaelconfinamiento Gracias, @RCCelta. Gracias Hugo Mallo», reflejó Montenegro hijo en un tuit que siete horas después superaba los 800 retuits y los 4.000 me gusta. Ellos no quieres acaparar el foco: «Los protagonistas es el Celta y sus jugadores, que ha tenido tan buena iniciativa», recalca. Porque los dos Santiagos quedaron «encantados» con la idea del club.

Cuenta Santiago que su padre recibió la llamada del Celta hace unos días y ya el miércoles fue Hugo quien le telefoneó. «Estuvieron hablando cinco minutos. Mi padre contó sus orígenes como celtista (“jugaba Pahiño”...). También le explicó que su padre -mi abuelo, todos somos “Santiagos”- fue miembro de la primera junta directiva del Celta tras la fusión del Fortuna y el Vigo Sporting», relata la tercera generación de Santiagos. Pero también hablaron de futuro: «Hugo le dijo que a ver si después del confinamiento, en un partido en Balaídos, tenían la oportunidad de conocerse personalmente».

El socio número 19 reacción «con mucha tranquilidad» pese a la sorpresa. Y a su hijo le ha hecho tanta o incluso más ilusión que a él, subraya. «Yo también soy socio. Pero llevo varios años fuera de Vigo por motivos profesionales. Estuve en Madrid en Morriña Celeste y ahora vivo en París, donde participé en la fundación de Celta Eiffel. Y cuando puedo salto a Vigo a ver a mi padre... y a ver al Celta», añade.

Santiago padre está bien a sus 81 años, dice su hijo, lo que no quita para que en la situación actual él y sus hermanas, que sí viven en Vigo, estén preocupados por él. Como el Celta y como Hugo Mallo, que quisieron darle una alegría en tiempos de coronavirus.