Una pérdida grande en lo emocional y tiempo para acelerar las obras

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

26 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Al margen de la significativa pérdida económica, el Celta también perderá una importante carga emocional por la falta de los aficionados, y por otra parte, el Concello de Vigo tendrá vía libre para acelerar unas obras de reforma de Balaídos que llevan más de tres años dilatadas en el tiempo.

Aunque Balaídos no se había llenado esta temporada, el coliseo vigués se ha convertido en uno de los más bulliciosos de la liga por el empuje de sus aficionados. Las quedadas prepartido y las historias protagonizas por la afición en A Nosa Reconquista han quedado grabadas y el comportamiento del público es considerado un aspecto esencial por parte de la propia plantilla. Para cuando se reanude la liga, el equipo no podrá contar con el aliento del celtismo en la tarea de la permanencia.

Frente a esta situación, se abre un horizonte nuevo para las obras de reforma y el Concello de Vigo tiene al menos medio año por delante para acelerar la reforma de la grada de Marcador, el espacio a remodelar en la siguiente fase.

Según el Concello, en su comparecencia anterior al estado de alarma, Marcador no estará operativo en el espacio de 18 meses (casi dos temporadas) pero sin público en las gradas al menos hasta enero del 2021, se pueden aprovechar esos siete meses para acelerar en lo posible los trámites y las obras.

Por otra parte, y curiosamente, ahora no corre prisa cambiar los asientos de Río Bajo que tanta controversia generaron al inicio de esta temporada para ampliar el espacio entre sillas. También hay al menos siete meses para convertirlos en habitables.