Gabri Veiga y José Fontán se estrenaron como titulares en Liga con una convincente actuación, a pesar del resultado adverso
02 oct 2020 . Actualizado a las 21:59 h.Si Ansu Fati está tirando la puerta a patadas en el Camp Nou, a un entrenador con ADN Barça como Óscar García Junyent no le tembló el pulso a la hora de alinear de salida contra los culés a dos jóvenes de la cantera céltica como son Gabri Veiga y Fontán.
Veiga Novas (O Porriño, 2002) es un talentoso centrocampista que llamó la atención por su fulgurante ascenso en su trienio como juvenil. Y es que en septiembre de 2018 abría el curso con un triunfo de los celestes de Liga Nacional en Valadares, un año más tarde, Jacobo Montes lo incluyó en el once de su debut en la Segunda B, ante el Internacional de Madrid.
El filial parecía el destino de Veiga este curso, sin olvidar la opción para que participe en el estreno internacional del Celta en la Youth League, pero Óscar hizo debutar al porriñés con 11 minutos ante el Valencia y le concedió galones de titular frente al gigante blaugrana. Buen toque de balón, calidad en la creación y una inteligencia táctica que no pasó desapercibida en las categorías de formación celestes, cuando lo reclutaron procedente del Santa Mariño. Con la elástica céltica subió por todas las categorías hasta besar el salto en LaLiga.
Junto al mediocampista, esta vez debutó el arousano José Manuel Fontán Mondragón (Vilagarcía, 2000). Junto a su gemelo Javi, llegó a los campos de A Madroa en el verano de 2011. El modesto San Miguel y el Arousa acogieron sus primeros pasos, pero ya vistieron ambos la camiseta celeste desde la categoría alevín.
Son integrantes de una conocida saga de futbolistas, entre esos su padre Javi, que vistió la arlequinada de A Lomba durante varios años. Como su progenitor, Jose es preferentemente lateral, pero destaca por su capacidad para moverse en los dos flancos y proyectarse hacia delante. Ya debutó en el pasado curso con la primera plantilla, en un partido de Copa y mostró en la Segunda B que tiene una proyección importante.
El estreno fue agridulce para el, por la derrota y porque una caída desequilibrado tras un salto aceleró su cambio al minuto 32, lo que aprovechó el técnico para modificar su entramado defensivo. Por su parte, Gabri cedió su puesto en el minuto 60, ya con la necesidad de buscar más mordiente en la zona de vanguardia y adelantar líneas en un partido que parecía perdido.
A la espera de los últimos movimientos en el mercado, que siempre pueden deparar alguna sorpresa, tanto uno como otro tienen opciones de volver a plantarse en las alineaciones de un Celta de Primera División.