De la nada a un empate justo

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

ADRIÁN RUIZ HIERRO

El Celta firmó una pésima primera parte en otro partido en el que encajó con un penalti polémico y mostró una cara muy diferente tras el descanso

28 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta consiguió hacer olvidar en la noche de este lunes ante el Alavés una pésima primera parte con una segunda en la que su evidente mejoría le dio para salvar un punto gracias a un gran gol de Pablo Durán y dejar la impresión de que podían haber sido los tres. Finalmente, en un campo maldito para los vigueses llegó el quinto punto lejos de casa y el segundo empate tras el firmado ante el Betis.

Ayer, en Mendizorrotza, las cosas se le complicaron a las primeras de cambio. El penalti -a ojos de Hernández Maeso a instancias de Figueroa Vázquez en el VAR- cometido por Fran Beltrán, en otra acción polémica, fue el peor arranque posible para un equipo que llegaba con la mochila de haber ganado un solo partido lejos de Balaídos en toda la primera vuelta y que encadenaba tres derrotas seguidas como visitante. Aparte, como destacó Claudio GIráldez, de volver a verse por detrás en el marcador fruto de un lance polémico a las primeras de cambio, como ya le había pasado en su anterior salida, en Vallecas.

Y los vigueses prácticamente no comparecieron en una primera parte de muy poco fútbol por parte de uno y otro conjunto. La estadística, no siempre reveladora de lo que se ve sobre el campo, no engaña en esta ocasión: 1-0 en tiros en los primeros 45 minutos, y con el tanto de Kike García desde los once metros, a instancias del VAR, como único lanzamiento del equipo local. Por parte del cuadro celeste, la nada.

El Celta de Claudio Giráldez, con un once con varios nombres inesperados, no era capaz de derribar líneas y fueron contadas las veces que pisó el área rival en el primer acto del duelo de Vitoria. No había toque, velocidad ni desmarque. En ningún momento dio el equipo la sensación de poder empatar el partido en ese primer tramo, si bien tampoco sufría lo más mínimo en defensa.

En la segunda parte, con los cambios al descanso de Williot Swedberg y Javi Rodríguez por Franco Cervi y Yoel Lago, el Celta fue a más. El internacional sueco dispuso pronto del primer tiro a puerta, atajado por Owono. Y con un poco más que en la primera mita fue suficiente para dar mejores sensaciones, para empatar el partido con un golazo de Pablo Durán e incluso para haber tenido aproximaciones para conseguir el segundo.

Al menos, el equipo sí pisaba área contraria y no seguía sin pasar excesivos apuros en defensa. De hecho, el Alavés se quedó con el tiro a puerta del gol, mientras los vigueses sumaron el de Williot y el gol de Durán, más dos fuera de Sergio Carreira y Marcos Alonso y uno bloqueado del también al lateral vigués.