Las ilusiones siguen intactas

Jorge Otero VIGO

GRADA DE RÍO

ÓSCAR VÁZQUEZ

«Nada va empañar el trabajo del Celta a lo largo de esta temporada»

19 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta empezó muy bien y, a los diez minutos, llegó el gol que tiene que dar tranquilidad. Pero, después, el Rayo Vallecano supo presionar muy bien y el Celta, en cambio, no se sintió cómodo. Además, esos dos errores defensivos condicionaron mucho el partido: el cabezazo de Isi y el remate de De Frutos, solo en el área, son fallos que te cuestan goles. Por ahí se ha ido el partido, pero el comienzo del segundo tiempo volvió a ser esperanzador. El Celta embotelló al Rayo, que no tuvo ninguna llegada en este tramo del partido. Dispuso así del balón y las ocasiones, aunque, a medida que el choque se desarrolló, fue perdiendo fuerza e intensidad.

Estamos acostumbrados a esos cambios de Claudio que lleva haciendo con buenos resultados en la temporada, pero, en este caso, me sorprendió la ausencia de Borja Iglesias, no sé si por alguna molestia, y pienso que era un partido para Iago Aspas. Pero con este entrenador es difícil acertar la alineación, y lo cierto es que muchas veces hay que darle la razón. Esta vez, sin embargo, por el partido que era, el magnífico ambiente que había y todo lo que significaba, creo que era momento para estos dos jugadores. Pero el Celta tuvo opciones para, al menos, empatar, incluso no hubiera sido injusto ganar.

Queda otra bala, hay que pasar página tras el gran cierre de temporada del equipo. Más que por el hecho de que se hubiese clasificado para Europa, por cómo lo hubiese logrado: con jugadores y un entrenador de la casa. En cualquier caso, las ilusiones siguen intactas y el partido final será contra un Getafe que no se juega nada. Cuando hay un equipo que no se juega nada, no suele alcanzar el mismo nivel que el que tiene un objetivo claro, como es el caso del Celta. Evidentemente, el equipo de José Bordalás querrá ganar, juega en casa, pero tras una temporada tan larga y con un objetivo tan bueno como el que el Celta puede alcanzar, debe notarse la diferencia.

A mí lo que me preocupa es mi equipo, que tiene que salir a la última jornada como en los últimos encuentros: a vencer y certificar aquello que se ha ganado por méritos propios. Sería acabar la temporada con matrícula de honor. Todos pensamos que se lo merece, pero si no lo lograse, tampoco sería para amargarse. Está claro que, ahora que está ahí, siempre se aspira y se quiere más. Sería una pena no conseguirlo cuando está tan cerca, pero nada va empañar el trabajo del Celta.