Alemania se pregunta por qué

Úrsula Moreno CORRESPONSAL / BERLÍN

INTERNACIONAL

La violinista Lindsey Stirling, ayer en un homenaje en Berlín en los premios de la academia alemana de la música.
La violinista Lindsey Stirling, ayer en un homenaje en Berlín en los premios de la academia alemana de la música. MICHAEL SOHN | AFP

«La tragedia cobra una dimensión inimaginable, esto va más allá del entendimiento», declaró Merkel, que envió un mensaje de aliento a las familias

27 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Por qué alguien hace algo así? Esa es la pregunta que se hace todo el mundo, y más aun en Alemania. El director del instituto de Haltern am See, que perdió a 16 alumnos y dos profesoras, resumía ayer así la conmoción ante la causa de la tragedia, una acción deliberada ejecutada por un alemán: «No sabemos lo que le llevó a hacer algo así, y si era consciente de las consecuencias. Si estaba consternado, y pensé que no podía estarlo más, hoy me faltan las palabras. Si uno se pregunta cómo afrontan esto los padres, no tengo respuesta», intentaba explicar Ulrich Wessel, que insistió para admitir incluso su rabia: «Todo esto es mucho peor de lo que imaginábamos. Nos sentimos furiosos, sin palabras, desconsolados».

En la pequeña localidad de Haltern am See y en la región de Renania del Norte-Westfalia, de donde procedían 64 de las 75 víctimas alemanas, guardaron ayer un minuto de silencio, a las 10.53 horas, el momento exacto en que el vuelo U49525 de Germanwings perdió contacto con tierra. Ahora se sabe que de forma premeditada. También el Bundestag, el Parlamento alemán, guardó silencio en memoria de las víctimas. Para su presidente, Norbert Lammert, se trata de una «tragedia humana que une en el dolor y la conmoción a Alemania, España y Francia».

La canciller Angela Merkel volvió a comparecer por la tarde ante los medios, después de conocerse el giro que había dado la investigación: «La tragedia cobra una dimensión inimaginable, esto va más allá del entendimiento», dijo para lamentar que las conclusiones «suponen otra terrible carga para los familiares de las víctimas. En estas horas llenas de sufrimiento, pensamos particularmente en ellos», dijo visiblemente afectada. Sin embargo, pidió sosiego, no precipitarse: «Todavía no conocemos todo el contexto, es por eso que es importante seguir investigando y que cada aspecto sea analizado en toda su profundidad».

Una mezcla de dolor e indignación, por no decir ira, se podía escuchar de boca de muchos alemanes. Bodo Klimpel, alcalde de Haltern am See, confesó: «Me pregunto cuándo acabará de una vez por todas esta pesadilla».

El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, fue de informativo en informativo para enfrentarse a las preguntas cada vez más incisivas. Y siempre volvía sobre su falta de respuestas: «Soy una de entre millones de personas que no tiene una explicación. Como piloto de Lufthansa, junto con otros 120 colegas, para los que la seguridad es su máxima prioridad, todavía menos», incidió Spohr en la cadena pública ZDF. Aseguró que los familiares habían sido informados por la compañía para que no conociesen la terrible noticia a través de los medios de comunicación. Spohr, al frente del consorcio aeronáutico considerado uno de los más seguros del mundo, no dejaba de repetir que esto era un «caso terrible», pero «un caso aislado». Era evidente que también era su pesadilla personal.

En la localidad natal del copiloto, Montabaur, en el oeste del país, el desconcierto aún era mayor. Tanto que muchos habitantes sencillamente decían que se negaban a creer lo que escuchaban en televisión, aunque los hubo también que rechazaron hablar ante la avalancha de periodistas que ha colocado violentamente en el mapa esta localidad de 13.000 habitantes.

El peor incidente en la historia de la aviación comercial alemana, el peor en 60 años de historia de Lufthansa, no mermó sin embargo el corporativismo de Spohr, que en su larga carrera en la compañía también fue piloto y que aseguró: «Nuestros pilotos son los mejores del mundo [?] Que esto nos haya ocurrido precisamente a nosotros es algo que lamento muchísimo».