La joven acusada de matar al hermanastro de Kim Jong-un esquiva la pena de muerte

María Puerto PEKÍN /E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Doan Thi Huong sonríe a la salida del tribunal
Doan Thi Huong sonríe a la salida del tribunal FAZRY ISMAIL | EFE

Saldrá en libertad en un mes condenada por delitos menores

03 may 2019 . Actualizado a las 11:50 h.

Doan Thi Huong, la joven vietnamita que permanecía en presión en Malasia acusada de matar a Kim Jong-nam, el hermanastro del líder norcoreano, esquiva la pena de muerte y saldrá en libertad en un mes condenada por delitos menores.

La Fiscalía de Malasia retiró la imputación de asesinato, después de que la joven aceptara declararse culpable de provocar daños con sustancias peligrosas. Finalmente, solo ha sido condenada a tres años y cuatro meses de prisión. Si se le aplica la reducción de condena a la que tiene derecho y el descuento de los dos años que lleva en la cárcel seguramente saldrá en libertad el 4 de mayo. La otra acusada, la indonesia Siti Aisyah, fue liberada sin cargos hace un mes, gracias a la mediación de su país.

De esta manera, Malasia da carpetazo al juicio contra las únicas personas procesadas por el asesinato de Kim Jong-nam, sin ni siquiera oír sus declaraciones. Un caso que parece sacado del argumento de una película de espías y que acaba sin la detención de los verdaderos responsables.

Las dos mujeres, ambas procedentes de familias humildes, estaban acusadas de rociar con gas nervioso VX al hermano mayor de Kim Jong-un, en el aeropuerto de Kuala Lumpur en febrero del 2017. El efecto fue fulminante y murió en la ambulancia camino del hospital. Los hechos fueron grabados por las cámaras de seguridad.

Ambas confesaron que creían que participaban en un programa de bromas para la televisión. Habían sido contratadas por cuatro misteriosos norcoreanos, que fueron captados por las cámaras del aeropuerto presenciando los hechos a cierta distancia. Los hombres abandonaron el país a las pocas horas, supuestamente con la ayuda de la embajada norcoreana.

Kim Jong-nam, de 45 años, se dirigía de Kuala Lumpur a Macao, donde vivía. Probablemente disfrutaba de protección china, ya que no es posible que Pekín desconociera su lugar de residencia. Parecía tener afición a viajar con identidades falsas. En el 2001 fue detenido intentado entrar con un pasaporte falso en Japón para visitar Disneyland. Aquel incidente supuso su definitiva caída en desgracia y exilio, aunque seguramente su estilo de vida, calificado de «decadente», y sus declaraciones a favor de impulsar reformas económicas y políticas fueron los detonantes.

Kim Jong-un lo consideraba un rival, ya que sus enemigos podían verlo como un posible sustituto si conseguían hacer caer al régimen. El asesinato de Kim Jong-nam en un lugar público, a la vista de todo el mundo y utilizando una arma química de destrucción masiva, era un aviso: Corea del Norte es capaz de todo.