Kim Jong-un arremete contra EE.UU. durante la cumbre con Putin

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Kim Jong-un llega a la estación de trenes de Vladivostok para tomar su tren blindado con destino a Piongyang
Kim Jong-un llega a la estación de trenes de Vladivostok para tomar su tren blindado con destino a Piongyang SHAMIL ZHUMATOV | Reuters

El líder norcoreano acusa a Estados Unidos de actuar de «mala fe» en su segundo encuentro con Trump

26 abr 2019 . Actualizado a las 18:32 h.

Lo que no quiso contar el jueves a la prensa congregada en Vladivostok lo ha podido escuchar a la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA según sus siglas en inglés). El máximo dirigente norcoreano, Kim Jong-un abandonó este viernes Vladivostok en tono amargo y de forma errática, pese a que su anfitrión, Vladímir Putin, le agasajó, hizo todo lo posible por complacerle y le ha prometido su apoyo en su pulso con Estados Unidos.

Su anacrónico tren blindado se puso en marcha a las 15.30 hora local de regreso a Pyongyang tras algún que otro vaivén con su programa de visitas. Tenía previsto haber estado en Vladivostok todo el viernes, pero tal vez la falta de suficientes atractivos de la ciudad o la indiferencia de sus ciudadanos hacia el extravagante líder del país vecino debió ser la causa del cambio de planes.

Hasta decidió cancelar una ofrenda floral en el monumento a las Glorias Navales de Rusia, que aloja una llama eterna al soldado desconocido. Después, Kim cambio de idea y acudió finalmente a depositar las flores temiendo probablemente que la omisión de esa parte del programa pudiera haber sido percibida por Putin como un desplante.

Apoyo de Putin

El presidente ruso dejó claro el jueves que apoya la idea del régimen norcoreano de una desnuclearización «gradual» con levantamiento de sanciones paulatino y siempre y cuando Pyongyang reciba «garantías de seguridad».

Pero, mientras Kim departía el jueves con su homólogo ruso, la KCNA tomaba nota. Las informaciones extractadas aparecieron publicadas este viernes y en ellas se pone de manifiesto que la cumbre de Hanói de febrero con el presidente estadounidense, Donald Trump, fue verdaderamente un fracaso. «Estados Unidos adoptó una actitud de mala fe» en Vietnam, le soltó el dirigente norcoreano al ruso, según KCNA. Y ahora, prosiguió, «la situación en la península coreana y en la región está estancada. Ha llegado a un punto crítico en el que puede volver a su estado original», dando a entender que podría reanudar los ensayos nucleares y las pruebas de misiles, interrumpidas en noviembre del 2017.

Kim aseguró en sus conversaciones con Putin que «la paz y la seguridad en la península coreana dependen totalmente de la actitud que adopte EE.UU. en adelante». Advirtió además que su país «se prepara para cualquier escenario posible».

Trump exigió en Vietnam un «gran acuerdo» con desarme total, no solo nuclear, sino también químico, biológico y balístico. Solo en tal caso en Washington habría disposición a levantar las sanciones. Pero para hacer todo eso, según Putin, hacen falta garantías de seguridad, algo que sin confianza mutua jamás serán posible, ya que cada parte las interpretará a su manera. Durante la cumbre de Vladivostok, asegura la agencia norcoreana, Kim invitó a Putin a visitar su país y este «aceptó el ofrecimiento de buen grado».