El horror de Mariúpol: «Esto parece una película de zombis, hay muertos por las calles»
INTERNACIONAL
Alina Shatalova, residente en A Coruña, pudo hablar este miércoles con su hermano tras seis días sin saber de él: «Hay cobertura solo en un punto de la ciudad y no funcionan los móviles. Están escondidos en un búnker de la Segunda Guerra Mundial»
10 mar 2022 . Actualizado a las 19:49 h.Peor que una pesadilla. Para Alina Shatalova y su familia en A Coruña la guerra no está a tres mil kilómetros, sin muy cerca. Porque en su ciudad natal, Mariúpol, la situación es límite. El martes de la semana pasada explicaba que mientras toda la atención mediática se centraba en Kiev o Járkov ya había pueblos exterminados. «Nadie habla de Volnovaja, entre Donetsk y Mariúpol, que ya no existe. Está destruido». En ese entonces, se mantenía tranquila por hablar a diario con su hermano, escondido en el sótano de un edificio de nueve plantas con su mujer y su hija. Sin embargo, la última semana ha sido un infierno para Alina. «Perdimos toda comunicación con ellos. No sabíamos si estaban vivos o muertos y este miércoles, por fin, y tras seis días sin noticias mi hermano, Antoh, me llamó».
La conversación se produjo a través de un antiguo teléfono: «Hay cobertura solo en un punto de la ciudad y no funcionan los móviles. Llamo desde un teléfono con botones, antiguo. Lloraba», dice Alina, que desde que la guerra comenzó no ha parado de derramar lágrimas. Su preocupación es el bienestar de su familia en Mariúpol, asediada por las tropas rusas que ayer bombardearon un hospital Materno, en donde al menos tres personas perdieron la vida, entre ellas un niña, según las autoridades locales. «Mi hermano dice que parece una película barata de zombis, hay muertos por las calles y es imposible salir de la ciudad».
Las imágenes que Alina ve de su ciudad son estremecedoras para cualquiera, y si conmociona a quienes nunca han visitado Ucrania, para los nacidos allí no hay palabras que describan un horror que supera al de cualquier película de terror. «Ninguno de los corredores humanitarios que anunciaron funcionó. Como la ciudad está rodeada por las tropas rusas no dejan entrar ni salir a nadie, ni siquiera permiten la entrada de ayuda humanitaria».
Sin poder moverse de Mariúpol, el hermano de Alina sobrevive con su hija pequeña, Zlata, y su mujer, Olga, escondiéndose bajo tierra. «Están en un búnker. En el mismo en el que estuvieron los primeros días, que es en el barrio en el que vivimos, cerca de la casa que teníamos. Está en la parte oeste de la ciudad. Digo teníamos, porque el barrio está ya totalmente destrozado». Debido a ello, su familia se desplazó de esa zona al centro. «Ahí se refugiaron en casa de unos amigos que tienen un sótano, pero hace cuatro días empezaron a bombardear el centro y entonces regresaron a nuestro barrio para esconderse en el búnker. Es uno de la Segunda Guerra Mundial».
La situación es límite en la ciudad natal de Alina y la gente que sigue viva apenas tiene alimentos. «Mi hermano me dijo que aún tienen agua y comida, pero sé de gente que está calentando la nieve para poder beber». Debido al bloqueo de la ciudad, asediada por los rusos, su población «está aislada intentando sobrevivir escondidos».
Nueva concentración el domingo
Para los ucranianos residentes en A Coruña las sanciones contra Rusia no son suficientes y muchos piden que se cierre el espacio aéreo con Ucrania para que cesen los bombardeos. Para mostrar una vez su repulsa a la guerra, la asociación AGA-Ucraína ha convocado una nueva concentración, la tercera desde el estallido del conflicto. Será en la plaza de María Pita a las 12.00 horas de este domingo.