Bruselas mira a Roma con inquietud ante la incógnita que se abre en el tablero europeo
INTERNACIONAL

Socialdemócratas, liberales, izquierdas y verdes europeos alertan de que el futuro Ejecutivo italiano es «una amenaza para la democracia»
27 sep 2022 . Actualizado a las 08:10 h.La Unión Europea (UE) espera con inquietud la llegada a Italia, uno de sus países fundadores, de un Gobierno encabezado por la ultraderechista Giorgia Meloni que, según los analistas consultados, puede generar cierta turbulencia entre Roma y Bruselas en materia migratoria, aunque ven poco probable que las políticas exteriores, incluso hacia Rusia, cambien mucho.
Tirando de libro de estilo, la Comisión Europea se negó este lunes a valorar el resultado salido de las urnas este domingo, en las que la coalición formada por Hermanos de Italia (HI), Liga y Forza Italia ganó las elecciones con el 43,8% de los votos, mientras que HI es el partido más votado con el 26,2 %, por lo que Meloni será la encargada de formar el Gobierno.
Bruselas espera una «cooperación constructiva con las nuevas autoridades italianas», dijo el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, quien negó que los comicios se puedan leer como un «juicio» a las políticas europeas.
Tímida reacción del PPE
Todos los ojos del Parlamento Europeo estaban puestos este lunes en el papel que jugará el Partido Popular Europeo (PPE), que alberga en su seno a Forza Italia, en la previsible próxima coalición de gobierno con Hermanos de Italia y Liga. «Confiamos en que Forza Italia guiará al próximo Gobierno por un camino que sirva a los mejores intereses del pueblo italiano como parte de una Europa fuerte y estable», tuiteó el PPE.
Dentro de las familias políticas europeas, Forza Italia —liderado por Silvio Berlusconi— está dentro del PPE; la Liga de Matteo Salvini está inscrita en el grupo ultraderechista Identidad y Democracia (ID) —donde está también el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen— y Hermanos de Italia está con los Conservadores y Reformistas (ECR), al que también pertenece Vox.
Como tónica general, los partidos europeos a la izquierda de la coalición italiana (socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda) alertaron este lunes sobre un futuro Ejecutivo italiano al que se refirieron como «una amenaza a la democracia».
Pero los analistas del Real Instituto Elcano y del Centro para la Reforma Europea (CER) matizaron la trascendencia que para la UE va a tener el cambio en Italia. El triunfo de la líder de Hermanos de Italia se encuadra en la «oleada de auge» del apoyo a partidos de derecha radical nacionalista, constata el experto del Elcano Ignacio Molina, quien subrayó que Meloni lleva los cinco últimos años suavizando sus posturas y es atlantista, frente a Salvini o Berlusconi, que «juguetean» con Vladimir Putin.
Tampoco espera disonancias el experto del CER Luigi Scazzieri porque, aunque «admiran a Putin», «el coste de vetar las sanciones a Rusia sería enorme en términos de credibilidad, tanto con los socios europeos como con Estados Unidos».
Molina no tiene duda de que el nuevo Gobierno italiano «va a poner palos en las ruedas» en la integración de la UE y que en temas como el Estado de derecho o la migración puede unirse a Polonia y Hungría.
Economía y migración
Y avanza el experto del Instituto Elcano que el encaje de Meloni en la UE dependerá de la evolución económica y migratoria y de cómo Bruselas gestione eventuales crisis en esos terrenos, ya que el euro y las políticas migratorias son los «dos grandes temas» que «más han decantado en los últimos años ese voto de protesta hacia la derecha identitaria y el euroescepticismo».
En cualquier caso, Molina ve el triunfo electoral de Meloni menos disruptivo de lo que hace seis años fueron para la UE y el mundo los éxitos del brexit y Donald Trump en las urnas del Reino Unido y de Estados Unidos, respectivamente. Entre otras cosas porque no tiene el poder para «cambiar las reglas de juego» y por la fragilidad de la figura del primer ministro italiano, como demuestra que en las dos últimas décadas la media de permanencia haya sido de menos de dos años.
«Creo que el Gobierno puede ser más moderado ante Europa de lo que mucha gente cree», añadió, por su parte, Scazzieri, quien aduce como razón principal que Italia está económicamente «débil» y «no puede permitirse esta confrontación».