La explosión en el puente que une Rusia y Crimea asesta un duro golpe a Putin

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA, REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El servicio secreto de Ucrania difundió imágenes de los daños en el puente de Kerch tras la explosión en seis vagones de combustible.
El servicio secreto de Ucrania difundió imágenes de los daños en el puente de Kerch tras la explosión en seis vagones de combustible. UKRAINE SECURITY SERVICE HANDOUT | EFE

Un ataque, que algunas fuentes atribuyen a los servicios secretos ucranianos, destruye parte del estratégico puente de Kerch y sobrepasa una línea roja que el Kremlin prometió responder

08 oct 2022 . Actualizado a las 23:06 h.

La bola de fuego que destruyó este sábado parte del estratégico y simbólico puente que une la anexionada península de Crimea con Rusia asesta un duro golpe al presidente Vladimir Putin con imprevisibles consecuencias. Desde Kiev se ha amenazado repetidamente con atacar el puente de Kerch por ser un objetivo militar legítimo, ya que constituye la principal ruta de suministro para el Ejército ruso. El Kremlin siempre ha considerado que un ataque contra esta infraestructura es una línea roja que Ucrania no debía cruzar y que no quedaría sin respuesta.

Las autoridades rusas ofrecieron al principio dos versiones de la explosión en el puente de Kerch: la explosión de un camión bomba y el incendio de varias cisternas de combustible de un tren de mercancías que circulaba por la vía del puente. El incendio en el ferrocarril, al parecer, comenzó en un cisterna y se extendió después a seis contiguas dañando seriamente 1,3 kilómetros de la vía férrea. Uno de los dos sentidos de la calzada para el tránsito de vehículos, de una longitud de varias decenas de metros, cayó al mar.

El incidente se produjo pasadas las seis de la mañana y provocó el corte total del tráfico. Las cámaras de seguridad muestran el supuesto camión bomba avanzando por el puente con un vehículo a la misma velocidad en su costado izquierdo justo en el momento de la fuerte deflagración. Pero resulta imperceptible determinar si el vehículo explota o fue un misil u otro ingenio el que detonó la explosión. 

Mientras en Moscú se dilucida si fue un accidente fortuito o un «acto de sabotaje», el principal asesor del presidente Volodímir Zelenski, Mijailo Podoliak, tuiteó: «Crimea, el puente, es el comienzo». «Todo lo ilegal debe ser destruido, todo lo robado debe ser devuelto a Ucrania, todo lo ocupado por Rusia debe ser expulsado», añadió.

Según la agencia ucraniana Unian, lo sucedido fue una «operación especial» organizada por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), los servicios secretos.

Salvo las palabras escritas en Twitter por Podoliak, en Kiev nadie se ha atribuido la responsabilidad del ataque ni tampoco el Ejército ucraniano. Horas después, Podoliak dijo que «conviene señalar que el camión que explotó, según todos los indicios, entró al puente desde el lado ruso. Es en Rusia donde hay que buscar respuestas».

Tres muertos

El Comité de Instrucción de Rusia (SK, en sus siglas en ruso) anunció el inicio de un causa penal. «Según los datos preliminares, tres personas murieron», probablemente «los pasajeros de un vehículo que se encontraba cerca del camión cuando este explotó», indicó el SK en un comunicado. «Ya se sacaron del agua los cadáveres de dos de las víctimas, un hombre y una mujer», añade, sin aclarar qué pasó con la tercera víctima.

Según el órgano judicial, ha sido identificado el propietario del vehículo causante del siniestro, un tal Samir Yusúbov, sospechoso de estar detrás de la explosión. El dueño sería un vecino de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia. Pero Yusúbov, citado por canales de Telegram, declaró que el que conducía el camión y perdió la vida fue su tío. Dijo no saber nada de la existencia de explosivos.

La carga de los camiones es revisada al pasar por el puente y el de Yusúbov aparece en un vídeo en el momento en el que los agentes lo revisaban sin encontrar nada extraño en su interior.

«Vándalos ucranianos»

Las autoridades de Crimea creen que Kiev está detrás de lo sucedido. El presidente del Parlamento, Vladimir Konstantínov, culpabilizó a los «vándalos ucranianos», pese al silencio del Gobierno y el Ejército de Kiev. 

Konstantínov prometió que pronto será reparado el puente. Pero el gobernador de la península, Serguéi Axiónov, fue más cauteloso y advirtió que, antes de avanzar fechas, habrá que «evaluar los daños». Axiónov, de momento, ya ha dispuesto la reanudación del servicio de ferri para conectar Crimea con Rusia a través del estrecho de Kerch.

Los medios informativos rusos trataban este sábado de dar imagen de normalidad incidiendo en que el puente ha sido dañado, pero no destruido. En un primer momento se dijo que la infraestructura no estará pronto operativa, pero, de repente, por la tarde, las autoridades prometieron reanudar el tráfico de coches a través de la calzada intacta y también arreglar la vía para que hoy puedan circular de nuevo los trenes.

Sin embargo, las autoridades no lograron tranquilizar a la población de la península. En cuanto se supo que una parte del puente había saltado por los aires, la gente se lanzó a hacer acopio de gasolina y alimentos, por miedo a que la falta de abastecimiento pueda causar déficit de ciertos productos.

En las gasolineras se formaron enormes colas, reportaban ayer los medios de comunicación locales.

Objetivo número uno

El general ucraniano, Dmitro Márchenko, había advertido antes que el puente se convertiría en «el objetivo número uno para su destrucción tan pronto como surja la oportunidad técnica de atacar».

El diputado ruso Oleg Morózov, citado por la agencia Ria Nóvosti, pidió una respuesta «adecuada». «De lo contrario, este tipo de ataques terroristas se multiplicarán», añadió. El también legislador, Leonid Slutski, presidente del Comité de Política Exterior, afirmó que «debemos dar inevitablemente a Ucrania una respuesta dura».

Tras los éxitos militares del Ejército ucraniano en las regiones de Járkov, Donetsk, Lugansk y Jersón, Moscú viene agitando desde hace semana la amenaza de emplear armas nucleares de baja intensidad o bombardeos contra los «centros de decisión y mando» en la capital de Ucrania. 

Símbolo del poderío de Rusia

El puente de Kerch es una hazaña de la ingeniería, es el más largo de Europa con sus 19 kilómetros y un símbolo del prestigio ruso del que presume Vladimir Putin. La Wehrmacht y el Ejército Rojo fallaron en sus intentos de construir un paso sobre las aguas que separan Crimea de la Rusia continental durante la Segunda Guerra Mundial, pero el jefe del Kremlin lo hizo realidad y lo convirtió en modelo de las ventajas de la anexión de Crimea por Rusia en el 2014.

Las obras comenzaron en febrero del 2016 y corrieron a cargo de la compañía Stroygazmontazh, cuyo propietario es el magnate amigo de Putin, Arkadi Rotenberg, incluido en la lista de sanciones de EE.UU. Fue durante mucho tiempo entrenador de yudo de Putin y esparrin. Gracias a esa proximidad amasó su fortuna.

El proyecto tuvo un coste de 228.300 millones de rublos (unos 3.600 millones de euros). El 15 de mayo del 2018 el propio jefe del Estado inauguró el puente al volante de un camión. Un día después fue abierto al tráfico de vehículos. La vía del ferrocarril tuvo que esperar hasta diciembre del 2019 para entrar en servicio.