Israel inicia una invasión terrestre por el sur del Líbano: «No permitiremos que el 7 de octubre vuelva a ocurrir»

La Voz REDACCIÓN | AGENCIAS

INTERNACIONAL

Eyepress / Reuters

El Ejército hebreo da un paso hacia la «próxima fase de la guerra», mientras sigue bombardeando los barrios del sur de Beirut y ataca el campamento de refugiados palestinos de Ein el-Hilweh

01 oct 2024 . Actualizado a las 11:10 h.

Israel ha comenzado en la madrugada de este martes la invasión terrestre al Líbano con la que había amenazado, dando paso a la «próxima fase de la guerra», mientras siguen los bombardeos en los barrios del sur de Beirut al tiempo que atacó por primera vez en esta nueva ofensiva el campamento de refugiados palestinos de Ein el-Hilweh.

«Incursiones terrestres limitadas, localizadas y selectivas, basadas en información precisa, contra objetivos e infraestructuras terroristas de Hezbulá en el sur del Líbano», las denominó en un comunicado las Fuerzas de Defensas de Israel (IDF) al anunciar un hecho sobre el que se venía especulando desde hace días.

La ofensiva se ha centrado «en aldeas cercanas a la frontera», que según las fuerzas israelíes «representan una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el norte de Israel», y ha estado acompañada por la Fuerza Aérea y con artillería, que ya había sido lanzada al sur del Líbano en horas anteriores, con «ataques precisos a objetivos militares de la zona».

Aún se desconoce la cantidad de víctimas o el alcance de la primera noche de ofensiva, pero el Ministerio de Salud libanés, poco antes de que comenzara, alertó que las últimas 24 horas los diferentes ataques israelíes en el país han dejado 95 muertos y 172 heridos. Estas cifras se suman a las más de mil personas que han muerto y alrededor de un millón que han tenido que huir de sus casas en las últimas dos semanas ante la brutal campaña de bombardeos de Israel dirigida principalmente contra el sur y el este del Líbano, pero también contra el extrarradio sur de Beirut.

Las explicaciones del Gobierno de Netanyahu

«No permitiremos que el 7 de octubre vuelva a ocurrir en ninguna de nuestras fronteras», dijo el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, para justificar la invasión, en referencia a los ataques ejecutados hace cerca de un año contra el país por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.

«Continuaremos haciendo todo lo necesario para que los ciudadanos de Israel puedan regresar a sus hogares en paz y seguridad», ha dicho en unas declaraciones publicadas por el Ejército a través de su cuenta en la red social X, en las que ha insistido en que la invasión se basa por ahora en «redadas limitadas y selectivas» contra Hezbolá.

Así, ha argumentado que «estas redadas terrestres localizadas tienen como objetivo los bastiones de Hezbolá que amenazan las ciudades, kibutz y comunidades en la frontera» y ha recalcado que el grupo armado «ha convertido las localidades libanesas situadas cerca de asentamientos israelíes en bases militares preparadas para un ataque contra Israel».

«Hezbolá planeaba usar esas localidades como base para una invasión terrestre de Israel similar a la masacre del 7 de octubre», ha dicho Hagari, quien ha insistido en que el grupo había planificado «irrumpir en casas» y «masacrar a hombres, mujeres y niños inocentes, en lo que llamaban 'la ocupación de Galilea».

Hagari ha denunciado además que la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprobada en el 2006 antes del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá tras el último conflicto, exigía que el grupo no contara con milicianos, bienes o armas al sur del río Litani, donde fueron desplegados cascos azules de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL).

En este sentido, ha argüido que «Hezbolá es, 18 años después de la aprobación de la resolución 1701, el principal ejército no gubernamental del mundo, mientras que el sur de Líbano está inundado de terroristas y armas de Hezbolá».

«Si el Estado de Líbano y el mundo no pueden alejar a Hezbolá de nuestra frontera, no tenemos otra opción que hacerlo nosotros», ha remarcado. «Nuestra guerra es con Hezbolá, no con los ciudadanos de Líbano. No queremos dañar a ciudadanos libaneses y estamos dando pasos para evitarlo», ha dicho, entre las denuncias por el gran número de víctimas civiles y la destrucción causados por sus bombardeos durante las últimas semanas.

Preparación de Hezbolá

Ante la inminencia de la operación terrestre, Hezbolá ha intensificado los ataques esta noche contra las tropas israelíes que se concentraban en la frontera. El grupo chií libanés emitió un comunicado pasada la medianoche donde comunicaba que el blanco de sus ataques eran tropas israelíes desplegadas en la frontera, y el IDF confirmó que se lanzaron 10 proyectiles desde el Líbano, de los cuales algunos fueron interceptados y otros cayeron en zonas abiertas.

El ataque se produjo, según Hezbolá, contra «soldados enemigos israelíes» en la puerta del asentamiento de Shtula y se usaron «proyectiles de artillería» que han conseguido «un impacto directo».

Se trata de la primera invasión israelí a Líbano en casi dos décadas, después de las ejecutadas en 1978, 1982 y 2006, y se realiza después de la intensa campaña de Israel contra Hezbolá y de que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunciase el lunes que «la siguiente etapa de la guerra contra Hezbolá comenzará pronto».

Bombardeos en el sur de Beirut

La capital libanesa, que en los últimos días ha recibido a decenas de miles de desplazados por una intensa campaña aérea contra los bastiones de Hezbolá, no se ha salvado un día más de los ataques. El Ejército israelí había urgido la noche del lunes a los civiles libaneses a evacuar varias zonas del suburbio sur de Beirut, conocido como el Dahye y bastión de Hezbulá.

El portavoz castrense israelí en árabe, Avichay Adraee, publicó en X varios mapas de los barrios de Lila, Haret Hreik y Burj el Barajneh, señalando en ellos tres edificios en rojo y una circunferencia, en relación al área de 500 metros a la redonda que los civiles debían despejar. Según informó el medio árabe internacional Al Yazira, citando a la agencia nacional de noticias, pocas horas después del anuncio, aviones israelíes bombardearon los barrios de Laylaki, al-Marija, Haret Hreik y Burj el Barajneh, sin confirmación aún de víctimas. Los bombardeos han podido ser escuchados en toda la ciudad, así como las columnas de humo.

Y a estos bombardeos también se ha sumado el ataque al campo de refugiados palestinos de Ein el-Hilweh, en el Líbano, donde supuestamente estaba el líder de Al-Aqsa, el brazo armado de Fatah, Munir Al-Maqdah.

Según informó la televisión libanesa Al Manar, el objetivo de la incursión israelí en este campamento donde viven más de 100.000 palestinos en el sur de Líbano, en la ciudad de Sidón, a más de 50 kilómetros de la frontera, sería la casa del líder palestino Munir Al-Maqdash, que salió ileso, según confirmaron fuentes palestinas a este canal.

Se trata del primer ataque a este gran campamento de refugiados palestinos desde que comenzaron las últimas hostilidades y se desconoce por el momento más información sobre la cantidad de víctimas o la magnitud de este ataque.

Bombardeo con víctimas en Damasco

De otro lado, la agencia estatal siria de noticias SANA informó esta noche de varios ataques aéreos supuestamente de Israel a Damasco, donde se reportó la muerte de la periodista de la televisión siria Safaa Ahmed, y otros dos civiles. «El enemigo israelí lanzó un ataque aéreo con aviones militares que volaban desde la dirección del Golán sirio ocupado, apuntando a varios puntos en la ciudad de Damasco», según informó una fuente militar a SANA.

Ataque contra una escuela en Gaza

De forma paralela, al menos siete personas han muerto y varias más han resultado heridas en un bombardeo del Ejército de Israel contra una escuela que albergaba a personas desplazadas en el este de la ciudad de Gaza, al norte del enclave palestino, según han informado las autoridades gazatíes.

La Defensa Civil ha informado del balance, precisando que la escuela afectada es la de Al Shuyaiya, en el barrio de Al Tufá, ubicado en el este de la ciudad, según recoge el diario palestino Filastín, vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica Hamás.

En los últimos días, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo varios ataques contra escuelas en la Franja, argumentando que supuestamente estaban siendo utilizadas como centros de mando de Hamás. El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los citados ataques del 7 de octubre, que se saldaron con cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados. Desde entonces, las autoridades gazatíes han denunciado más de 41.600 palestinos muertos en el enclave, a los que se suman más de 700 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde esa fecha.

Estados Unidos muestra su apoyo a «desmantelar» las posiciones de Hezbolá en la frontera tras la invasión

El secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha mantenido este lunes una conversación telefónica con su homólogo israelí, Yoav Gallant, en la que ambos han coincidido en la necesidad de «desmantelar» las posiciones de Hezbolá en la frontera sur con Israel, donde precisamente el Ejército israelí ha lanzado una operación terrestre «limitada» durante las últimas horas de la jornada.

«(Austin y Gallant) han coincidido en la necesidad de desmantelar la infraestructura de ataque a lo largo de la frontera para garantizar que Hezbolá no pueda llevar a cabo ataques al estilo del 7 de octubre contra las comunidades del norte de Israel. El secretario ha reafirmado que se requiere una resolución diplomática para garantizar que los civiles puedan regresar de forma segura a sus hogares en ambos lados de la frontera», reza un comunicado del Pentágono.

En ese sentido, Austin ha destacado la importancia de pasar de realizar operaciones militares hacia la vía diplomática para «proporcionar seguridad y estabilidad lo antes posible». De igual forma, ha mostrado su apoyo al derecho de Israel a defenderse contra Irán, Hezbolá, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), los hutíes de Yemen y otras milicias proiraníes, tras lo que ha advertido a Teherán sobre las «graves consecuencias» de lanzar un «ataque militar directo» contra territorio israelí.

Además, ha enfatizado que Estados Unidos está «bien posicionado» en la región para defender tanto a su personal como a sus socios y aliados frente «a las amenazas de Irán» y sus milicias afines con el objetivo de «evitar que cualquier actor explote las tensiones o amplíe el conflicto».