El trágico accidente de Washington deja un enorme vacío en las familias y amigos de los 67 fallecidos

Carlos Peralta
C. Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Restos del avión en el río Potomac.
Restos del avión en el río Potomac. U.S. COAST GUARD | REUTERS

El choque del avión comercial y la aeronave militar interrumpe para siempre viajes, reencuentros y planes de matrimonio

01 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El vuelo 5342 de American Airlines que conectó Wichita con Washington D.C. se llevó por delante 67 vidas: de los tres de los tripulantes del helicóptero, de los 60 pasajeros y 4 miembros de la tripulación del avión. Los servicios de rescate han localizado los cuerpos de 41 personas. Hoy, son muchas las familias y amigos que intentan asimilar lo ocurrido sobre el río Potomac.

El piloto Jonathan Campos era un apasionado de la aviación. «Creo que quería ser libre y poder volar y elevarse como un pájaro», aseguró a The New York Times su tía, Beverly Lane, que recuerda que desde bien pequeño, con solo tres años, ya quería ser piloto. El trágico accidente interrumpe con dureza las vidas de muchas personas. Campos estaba ansioso de que llegara febrero para embarcase por fin en un crucero por el Caribe con su familia. Bromista y siempre predispuesto a ayudar, fantaseaba con recorrer los pasillos de su sala de máquinas.

A su lado estaba el copiloto, Sam Lilley, de 28 años. Esperaba ascender pronto al puesto de Campos y tenía planeado casarse en otoño. «Tenía todo lo que uno esperaría de una persona, de un piloto», dijo de él Scott Hubbard, compañero de Lilley.

Sara Lee Best era abogada en Washington D.C. Se casó hace casi diez años con Daniel Solomon, que recuerda a The Washington Post que, pese a estar siempre atareada con el trabajo, sacaba tiempo para tener detalles bonitos con él. Al igual que Campos, también tenía en el horizonte un viaje muy deseado. El matrimonio pensaba celebrar su décimo aniversario en Hawái, el estado natal de Best. En el avión había otra jurista entre los pasajeros: Kiah Duggins, especializada en derecho civil. Colaboraba en varias asociaciones de defensa de los derechos humanos. «Era una feroz defensora de la justicia [...] Una luchadora por la libertad que nos enseñó a luchar», aseguró en un comunicado la asociación Harriest Wildest Dreams. Había viajado a casa, a Wichita, para acompañar a su madre, que afrontaba una operación quirúrgica, según informó la radio Kmuw 89.1.

El Ejército estadounidense evitó desvelar los nombres de la tripulación del helicóptero Black Hack. The Washington Post publicó que el jefe de la tripulación era Ryan O´Hara. El mismo día del desastre, le envió un mensaje esperanzador a su padre. Había opciones de que pudieran regresar a casa, a Georgia. El padre del militar, Gary O´Hara, aseguró que su hijo estaba acostumbrado a las misiones nocturnas. «Su madre, su hermana y yo estamos absolutamente destrozados al pensar que estuvimos hablando con él ayer [por el jueves] y que nunca tendremos la oportunidad de hablar con él otra vez», aseguró.

Ellie Schrock estudia en la Universidad Villanova de Filadelfia. Sus padres viajaban desde Wichita —vivían a unos 150 kilómetros de allí, en Kiowa— a Washington D. C. para poner rumbo a la ciudad de Pensilvania. Pero tuvieron demasiada mala suerte. Lori y Robert Schrock eran parte de los pasajeros del vuelo 5342. «Nadie se lo merecía [...] Esto no parece real», afirmó a NBC Noticias entre lágrimas Grace Cantrell, amiga de la familia.

Trump empieza su mandato con una aprobación del 47 %

Trump empieza su segundo mandato igual que el primero. Sin la luna de miel que, en sentido metafórico, le otorgan los ciudadanos encuestados a los presidentes al iniciar mandato. Solo un 47 % de los estadounidenses que participaron en la encuesta de la prestigiosa Gallup aprueban al líder republicano. Es un indicativo similar al de su estreno en la Casa Blanca en el 2017, un 45 %, el dato de mayor desconfianza desde que se estableció este sondeo, en 1953. Otros presidentes republicanos como Ronald Reagan y George Bush (padre) empezaron con un índice de aprobación ligeramente superior. Lo que los diferencia de Trump es el número de detractores en sus comienzos: ninguno supera el 25 %, mientras Trump lidera este dato con un 48 % de encuestados contrarios a su gestión.

La imagen de Donald Trump firmando decretos en sus primeros minutos como presidente será una de las más recordadas de su investidura. El presidente selló más en semana y media que en los primeros cien días de su primer mandato. Según Gallup, un 37 % de los cuestionados consideran que está yendo demasiado rápido. La encuesta se realizó entre el 21 —un día después de la investidura— y el 27 de enero.

Los datos reflejan también que Trump es sinónimo de polarización. Ningún presidente empezó su mandato con tanto apoyo de los ciudadanos republicanos y tanta animadversión de los demócratas. El hoy inquilino de la Casa Blanca lidera ambos parámetros: un 91 % de los votantes de su partido lo respaldan, pero solo un 6 % de los demócratas validan su gestión. Que sean votantes de su adversario en las urnas no es la única justificación. El siguiente presidente con tan poco apoyo es George Bush (hijo), con un 32 %. Eso sí, el demócrata Joe Biden empezó en la Casa Blanca con una estimación similar en este sentido a la de Trump. Solo un 11 % de los republicanos dieron por buenos sus primeros días al frente del país.

El apoyo del sector demócrata fue prácticamente granítico: un 98 % respaldaron su gestión inicial, un dato sin precedentes que supera al registrado por Barack Obama (88 %) y John Kennedy (85 % de los demócratas y 52 % de los republicanos). Esta estimación incluye dos veces a Donald Trump, ya que es el primer presidente de Estados Unidos desde Grover Cleveland (1893 y 1885) que cumple dos mandatos no consecutivos.