El plan de Trump para el éxodo palestino: un recopilatorio de Israel y el yerno del magnate
INTERNACIONAL
![Palestinos en lo que queda de Jan Yunis, durante el rezo de este viernes](https://img.lavdg.com/sc/Hal1be-arEPFwpvTSEV8IVT8MxI=/480x/2025/02/07/00121738934463215706256/Foto/efe_20250207_125222402.jpg)
La expulsión forzada de los gazatíes se ideó tan solo seis días después de los ataques de Hamás de hace 15 meses
07 feb 2025 . Actualizado a las 20:38 h.Los entresijos del plan de la Casa Blanca para expulsar forzadamente a los palestinos de Gaza todavía se están resolviendo. Mientras, Benjamin Netanyahu y Donald Trump insisten en su implementación a la par que se otorgan galones por «la mejor idea» hasta el momento para la Franja, como la definió el primer ministro israelí, lo cierto es que el modelo de Washington es un recopilatorio de ideas del yerno del magnate, Jared Kushner, y varios planes que pasaron desde el inicio de la guerra por la mesa del Ejecutivo hebreo.
Fue el año pasado cuando el judío ortodoxo propietario de la sociedad de inmuebles Kushner Properties y marido de Ivanka, una de las hijas de Trump, comentó que la situación de Gaza no era una cuestión bélica ni de seguridad, sino un «conflicto inmobiliario» —Trump recordó esta idea ayer— que podría resolverse con un resort a pie de playa hecho a la medida de los jeques del Golfo, cuyos rascacielos y fortunas ha admirado siempre.
Pero a la fórmula de Kushner le faltaba el diseño y la gestión. Ahí entró Netanyahu, que presentó a su equipo de Gobierno un plan para una Gaza «desradicalizada» y gestionada por la amalgama de países árabes que normalizaron lazos diplomáticos con Israel —Arabia Saudí , Emiratos Árabes, Egipto, Baréin y Marruecos—, a los que a cambio de ocuparse de la reconstrucción con zonas verdes y energéticas, se les ofrecería prioridad en «pactos defensivos con Estados Unidos y el acceso sin trabas a los puertos de Gaza en el Mediterráneo», según el documento de la oficina de Netanyahu.
En este plan, el autogobierno de Gaza estaba asegurado siempre y cuando la seguridad estuviera en manos de Israel, algo similar a lo pactado en los Acuerdos de Oslo en la década de los 90 para Cisjordania. Incluía además la derrota de Hamás y programas de «reeducación y desradicalización» para los gazatíes, además de imponerles el reconocimiento de Israel como un Estado legítimo.
Sin embargo, la opción del autogobierno palestino no era del agrado de los socios ultras de Netanyahu, así que optaron por adherirle un informe de Inteligencia de Israel que proponía una expulsión generalizada de gazatíes y «el establecimiento de ciudades de tiendas de campaña en el Sinaí, la apertura de un corredor humanitario, la construcción de ciudades en el norte del Sinaí y la prohibición de que los desplazados regresen a ninguna actividad o residencia cerca de la frontera israelí». Con esos tres ingredientes, el plan de Trump se alumbró con dos detalles: que será EE.UU. el que gestione la Franja y el mismo que plagaría el enclave costero de casinos, viviendas y rascacielos.
El informe de Inteligencia, alumbrado el 13 de octubre del 2023, seis días después de los ataques de Hamás, señala además que la expulsión de palestinos de Gaza sería coordinada por países foráneos a la región, como Estados Unidos, aunque Israel sería quien finalmente asumiría esta función en caso de implementarse. La limpieza étnica siempre estuvo entre las prioridades de Israel. Trump solo anunció quién y cómo se ejecutaría.
Tres nuevos liberados por Hamás bajo amenaza de cancelar los intercambios
El portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, anunció ayer que tres nuevos rehenes, Eli Sharabi, Ohad ben Ami y Or Levy, saldrán libres hoy. Los tres hombres, de 34, 52 y 56 años respectivamente, se irán de Gaza a cambio de otro número sin confirmar de presos palestinos.
Sin embargo, el Movimiento de Resistencia Islámica advirtió tras conocer los planes de Trump que «el fracaso de la ocupación [israelí] a la hora de cumplir y acatar los términos del acuerdo de alto el fuego puede afectar la flexibilidad y la posición del movimiento en los próximos procesos de intercambio». También añaden que el reducido flujo de ayuda humanitaria para los gazatíes también podría alterar el acuerdo.