Última hora
Portugal celebrará elecciones generales el 18 de mayo

Cierre de filas de la ONU y 79 países en defensa de la Corte Penal Internacional

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Donald Trump, aplaudiendo en el despacho oval
Donald Trump, aplaudiendo en el despacho oval EUROPAPRESS

Ni Italia ni Hungría firman la declaración contra las sanciones de Trump

08 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Setenta y nueve países, entre ellos España, firmaron ayer una declaración conjunta de apoyo a la Corte Penal Internacional (CPI) tras las sanciones anunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra los funcionarios del tribunal, un apoyo que se alinea con la postura expresada por la ONU, cuyo secretario general, António Guterres, pidió dejar trabajar a la CPI con independencia, pero al que no se suman, entre otros, los Gobiernos de la italiana Giorgia Meloni ni del húngaro Viktor Orbán.

Aunque en la declaración no se menciona a Trump ni a su Gobierno, que aplicará restricciones financieras y de visados a funcionarios de la CPI que colaboren en investigaciones contra ciudadanos estadounidenses o aliados de Washington, los firmantes señalan que estas medidas «acrecientan los riesgos de impunidad para los crímenes más graves y amenazan con erosionar el imperio de la ley internacional; incluso, las sanciones pueden poner en peligro la confidencialidad de informaciones delicadas y la seguridad de los afectados, incluyendo víctimas, testigos y miembros de la Corte».

Los rubricantes lamentan los intentos «de socavar la independencia, la integridad y la imparcialidad» del tribunal, según subraya el texto, firmado por países europeos como Alemania, Francia, el Reino Unido, Polonia y los Países Bajos, y también por aliados de EE.UU. como Canadá, pero no Australia. Faltan muchos países africanos o asiáticos cercanos a Rusia.

Al firmar su orden ejecutiva el jueves, Trump subrayó que la CPI ha emprendido «acciones ilegítimas e infundadas contra Estados Unidos» e Israel, definido como un «aliado estrecho», y ha «abusado aún más de su poder al emitir órdenes de arresto infundadas» contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Galant. La orden de Trump fue aplaudida desde Tel Aviv, que calificó al tribunal de «antisemita y antiamericano».

«La decisión (...) es absolutamente comprensible, ya que [la CPI] se ha convertido recientemente en una herramienta política tendenciosa y ha desacreditado a todo el sistema judicial internacional», dijo, por su parte, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, mientras que la UE, de la que Hungría forma parte, lamentó la decisión de Estados Unidos y anunció que estudiará medidas para paliar el impacto en las investigaciones en marcha, incluyendo la abierta por la guerra en Ucrania.

Ni Estados Unidos ni tampoco Israel, China o Rusia reconocen al tribunal, que ayer rechazó «firmemente cualquier intento de influir en su independencia e imparcialidad», según señaló su presidenta, Tomoko Akane. La jueza lamentó además que las sanciones pretendan «privar de justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes de atrocidades» en todo el mundo.

Organismos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional (AI) destacaron el golpe que las sanciones suponen para la justicia internacional. Según la secretaria general de AI, Agnès Callamard, lanzan «el mensaje de que Israel está por encima de la ley y de los principios universales de justicia internacional».