Bruselas reclama a Washington «un nuevo enfoque», y apuesta por Sudamérica y Asia central

María Salgado
María Salgado REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, en una rueda de prensa en Bruselas.
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, en una rueda de prensa en Bruselas. ALEXANDROS MICHAILIDIS / EUROPEAN | EUROPAPRESS

La Comisión Europea invertirá 12.000 millones de euros en cinco países centroasiáticos, y prioriza el acuerdo con Mercosur

05 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue casualidad, sino toda una declaración de intenciones que la milenaria ciudad de Samarcanda —corazón de la Ruta de la Seda, que conectaba China y Europa, y cuyos bazares recorrió el mercader veneciano Marco Polo— fuese el escenario elegido por Bruselas para recibir el golpe arancelario de Trump. En la segunda urbe más grande de Uzbekistán, antigua república soviética, compareció ayer, de nuevo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para anunciar una inversión de 12.000 millones de euros en cinco países de Asia Central, una región que acumula el 40 % de las reservas mundiales de manganeso y es rica en otros minerales y metales estratégicos como el grafito y el litio.

El objetivo de los Veintisiete, ante la deriva proteccionista del republicano, es diversificar mercados y cerrar acuerdos con otros países. «Este es un nuevo capítulo de una larga amistad [...]. Nunca tener socios fiables ha sido tan importante», dijo irónicamente la política alemana a los uzbekos, sin mencionar la guerra comercial declarada por Washington, donde este viernes el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, intentaba renegociar, sin éxito, unos aranceles que tachó de «dañinos e injustificados». La relación comercial entre la UE y EE.UU. «necesita un nuevo enfoque», reconoció en redes sociales el eslovaco tras más de dos horas de videollamada con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, y con el representante de Comercio del país norteamericano, Jamieson Greer. A ambos les reclamó «negociaciones significativas», y les advirtió de que Bruselas «está preparada para defender sus intereses» y estudia una batería de represalias.

Poco antes de esta infructuosa cita, Sefcovic se había reunido con los embajadores representantes de los Veintisiete ante la UE, y el próximo lunes viajará a Luxemburgo, donde los ministros de Comercio mantendrán una «discusión política» sobre la estrategia común a seguir ante los gravámenes.

Diversificar mercados es ya «una prioridad absoluta» en la agenda comunitaria, insistió también el portavoz de Comercio de la Comisión, Olof Gill, quien consideró «más importante que nunca» pactar con socios de confianza de todo el mundo ante una realidad geopolítica cada vez más inestable. «En los próximos meses, invertiremos mucho tiempo y energía en ultimar la propuesta [sobre Mercosur] que se presentará a los Estados miembros. Mirad lo que está pasando en el mundo, esta es una gran oportunidad para nosotros», anunció. España y Francia apoyan cerrar el pacto con el bloque sudamericano, que todavía precisa del visto bueno del Consejo, la Eurocámara y, quizás también, de los parlamentos nacionales.

De Dublín a París

De la triple estrategia de Bruselas: negociar, represaliar y diversificar, todo apunta a que esta última será la más útil. El pasado febrero, los Veintisiete estrecharon sus relaciones con la India; acaban de cerrar acuerdos con México, Suiza y Sudáfrica; y negocian con Indonesia y Tailandia. Aunque varios países comunitarios, como Irlanda y Francia, abogaron este viernes por contramedidas vigorosas a los aranceles de Trump, pidieron evitar que estas tengan efectos negativos como la inflación. La idea es que no perjudiquen a la UE, pero «golpeen bastante duro» al viejo amigo americano.