Jamenéi amenaza a EE.UU. con «daños irreparables» si interviene en la guerra

Ricard G. Samaranch DAMASCO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Imágenes satelitales de la planta de Fordow (a la izquierda), bajo una montaña, y la de Natanz, después de un ataque israelí.
Imágenes satelitales de la planta de Fordow (a la izquierda), bajo una montaña, y la de Natanz, después de un ataque israelí. Reuters

El presidente Trump presume de que «nadie sabe» cuál será su decisión

18 jun 2025 . Actualizado a las 22:33 h.

Si la amenaza del presidente Donald Trump de intervenir en la guerra entre Israel e Irán era un farol para amedrentar al Gobierno iraní y forzarlo a rendirse, no parece haber funcionado. En el sexto día de hostilidades, y mientras el Pentágono moviliza ante un eventual ataque contra el programa nuclear iraní, el guía supremo, Alí Jamenéi dirigió un mensaje televisivo a la nación en el que gastó un tono desafiante hacia Washington: «Los estadounidenses deben saber que la nación iraní no se rendirá y que cualquier intervención militar por su parte causará, sin duda, daños irreparables».

El veterano ayatolá, al que varios mandatarios israelíes han amenazado de muerte, calificó de «irracional» la exigencia de Trump de que Irán renuncie a su programa nuclear con fines civiles. «Esta nación no se rendirá ante nadie», espetó Jamenéi en respuesta a la demanda de Trump para una rendición incondicional del país persa.

El Ministerio de Exteriores iraní redobló la advertencia a Washington a través de su portavoz, Esmaeil Baghaei: «Cualquier intervención de Estados Unidos será una receta para una guerra total en la región». La previsible repuesta será atacar las bases norteamericana en Oriente Medio. Irán ya tiene preparados misiles para estos posibles ataques, según funcionarios estadounidenses con acceso a informes de inteligencia.

En el momento más difícil de la historia de la república islámica desde su fundación, en 1979, no parece haber fisuras internas. En cambio, dentro de la Administración Trump, sí existen diversas opiniones respecto a la opción de involucrarse en la guerra. En un largo artículo, The New York Times detalla las negociaciones entre Benjamin Netanyahu y Trump sobre cómo abordar el dosier iraní, y sugiere que el primer ministro israelí logró llevar al estadounidense a su terreno. Por ejemplo, Trump dio más credibilidad a Netanyahu que a la máxima responsable de los servicios de inteligencia de EE.UU., la trumpista Tulsi Gabbard, que descartó que Teherán estuviera fabricando el arma atómica.

«Quizás lo haga, quizás no»

Así pues, todas las miradas se posan ahora sobre Trump, que en las próximas horas deberá tomar una decisión que puede cambiar el futuro de Oriente Medio. Encantado siempre de ser el centro de atención, el inquilino de la Casa Blanca presumió de que «nadie sabe lo que voy a hacer». «Quizás lo hago, quizás no», añadió. Netanyahu quizás es quien tiene más pistas. La madrugada de este miércoles, ambos líderes mantuvieron una conversación telefónica de la que no ha trascendido detalle alguno. A la vez, Trump insistió en que Irán aún quiere negociar un acuerdo nuclear, algo que Teherán negó.

En todo caso, el Pentágono se prepara para la guerra y en los últimos días ha aumentado sus fuerzas militares en Oriente Medio. Entre ellos un refuerzo de unos treinta aviones en sus bases de la región euromediterránea, incluidas las españolas de Rota y Morón, donde han llegado bombarderos y aviones cisterna. La ministra de Defensa, Margarita Robles, informó que el uso de las bases se encuentran dentro de «los límites del convenio bilateral».

En una señal más de una posible escalada del conflicto, la Embajada de EE.UU. en Jerusalén cerró sus puertas, a la vez que se anunció un programa para evacuar por aire y por mar a los ciudadanos estadounidenses.

Mientras el mundo entero espera expectante cuál el próximo movimiento de Trump, las bombas continúan cayendo sobre Irán. El Ejército hebreo afirmó haber destruido durante las últimas horas el cuartel general de la seguridad interna de Irán, pero hay informaciones de que también bombardeó una sede de la Media Luna Roja. En total, desde el inicio del conflicto, son ya 1.100 los objetivos atacados en territorio iraní, lo que, según algunas estimaciones, podría haber provocado la muerte de más de 500 personas.

En cambio, Irán ha reducido la intensidad de sus ataques con misiles balísticos, por lo que el Gobierno israelí ha relajado las medidas de seguridad.