Putin afianza posiciones antes de su cara a cara con Trump en Alaska
INTERNACIONAL

Pekín apoya la cumbre mientras la UE se fractura por la postura húngara
13 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A dos días de una cumbre que podría reconfigurar el tablero diplomático de la guerra en Ucrania, Estados Unidos y Rusia ultiman los detalles para su encuentro en Alaska. La cita, que reunirá este viernes al presidente norteamericano, Donald Trump, y a su homólogo ruso, Vladimir Putin, se perfila como una de las conversaciones más delicadas desde el inicio de la invasión. Mientras tanto, Europa intenta mostrar una postura unida pese a la reticencia de Hungría, que volvió a desmarcarse del consenso comunitario.
En este contexto, los Estados aliados de Rusia en los BRICS hablaron de mensajes y momentos «adecuados». A pesar de sus fricciones con Washington, la India respaldó la cita como una oportunidad para avanzar hacia un alto el fuego. En paralelo, le prometió al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, una postura clara con Moscú sobre la guerra, aunque fuentes de la inteligencia ucraniana advirtieran de una cooperación militar ruso-india.
Pekín expresó este martes su satisfacción por los contactos entre Washington y Moscú. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, afirmó que China «está contenta de ver a Rusia y Estados Unidos avanzar en el proceso de arreglo político» de la crisis. Lin evitó pronunciarse sobre la validez de posibles acuerdos alcanzados en ausencia de Ucrania y la Unión Europea en la cumbre, limitándose a señalar que Pekín espera «el momento adecuado» para la intervención internacional.
Putin mantuvo también este martes una conversación telefónica con uno de sus principales aliados en la guerra en Ucrania, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, en la que informó al mandatario sobre los preparativos para la reunión. Por su parte, Trump prometió que llamará a Zelenski justo después de hablar con el presidente ruso.
El «coro liberal» de Europa
La cumbre en Alaska se producirá bajo la mirada atenta de Europa y una reunión previa entre Trump, Zelenski y varios líderes europeos, organismos de la UE y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
En Bruselas, la unidad volvió a resquebrajarse este martes. Hungría fue el único país de los Veintisiete que se negó a firmar la declaración conjunta que exigía un alto el fuego como paso previo a posibles acuerdos.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, argumentó que la UE «intenta imponer condiciones a unas negociaciones a las que ni siquiera ha sido invitada» y se defendió de las acusaciones de ser una «marioneta de Putin» asegurando que lo sensato sería «seguir el ejemplo» de Washington y Moscú, convocando una cumbre entre Bruselas y el Kremlin. Orbán, considerado el dirigente más cercano a Rusia, arremetió contra sus socios europeos, a quienes llamó «coro liberal y mainstream».
Desde Bruselas, la portavoz de Exteriores de la UE, Anitta Hipper, advirtió que «la falta de unidad solo beneficia a Rusia» y recordó que, pese a las diferencias, los Veintisiete habían mantenido hasta ahora la unanimidad para aprobar 18 tandas de sanciones contra Moscú.
En el frente, la situación permanece estable pese a la ofensiva rusa. Analistas como Oleksí Mélnik, del centro Razumkov, destacaron que los avances rusos son limitados. Putin habría insistido en un intercambio de territorios como requisito para un alto el fuego, una idea que Kiev rechaza como «ridícula» y que califica como una medida desesperada de alguien que «sabe que perderá la guerra».