Dime qué piel tienes y te diré qué crema hidratante usar: «Tenemos que buscar activos como el ácido hialurónico y el pantenol»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

Las pieles grasas también necesitan hidratación, aunque la textura de la crema debería ser más ligera.
Las pieles grasas también necesitan hidratación, aunque la textura de la crema debería ser más ligera. iStock

La rutina facial debe ajustarse a las necesidades de cada persona, pero en todos los casos la hidratación es uno de los pasos fundamentales

16 abr 2025 . Actualizado a las 14:25 h.

En los últimos años, el skincare, o cuidado de la piel, ha pasado de ser una preocupación exclusiva de las mujeres de cierta edad a popularizarse en todos los sectores, hombres, personas jóvenes e incluso niñas. Aplicar una serie de productos a la piel se ha convertido en un símbolo del autocuidado, con el impulso de los vídeos en las redes sociales que nos instan a incorporar pasos cada vez más elaborados a nuestra rutina. Pero los expertos aseguran que, para tener una piel sana y bonita, no es necesario invertir tanto tiempo (ni dinero).

Destilada a su más pura esencia, una rutina de cuidado facial tiene solo dos o tres pasos, según la hora del día. Por la mañana, basta con hacer una limpieza, hidratar y aplicar protector solar. Por la noche, dado que no vamos a exponernos al sol, este último paso se elimina. Para ponértelo todavía más simple, les hemos preguntado a las expertas cómo elegir una buena crema hidratante que se ajuste a tus necesidades y te deje una piel radiante.

Crema o sérum

Como explican desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), cada día nos exponemos a agentes externos como el viento, la radiación UV o ambientes con aire acondicionado en los que trabajamos y habitamos. La piel del rostro, nuestra principal barrera ante estos factores, está constantemente en contacto con ellos, lo que va haciendo que se seque. Para aliviar esta sequedad, podemos utilizar la crema hidratante.

«Estas cremas son productos que buscan aportar ese confort. Cuando buscamos una crema hidratante, tenemos que pensar en el excipiente, porque podemos elegir uno más acuoso o uno más oleoso. Cuanto más oleoso sea, más podría engrasar la piel. Esto, para pieles muy secas, puede venir bien, pero para las no tan secas es demasiado. Entonces, la textura a prescribir varía mucho desde una emulsión hasta una crema untuosa», explica la dermatóloga Paloma Cornejo, del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (Gedet), que forma parte de la AEDV.

Por eso, lo primero que debemos hacer para elegir la crema hidratante ideal es analizar y observar cómo es nuestra piel. En este sentido, Cornejo explica que la mayoría de las personas tienden a tener la piel de la cara más grasa. «Pieles faciales secas no vemos tantas, no es tan frecuente. Sí vemos mucha patología por exceso de grasa, o por exposición a agentes externos como la nieve o el viento. Hay gente a la que en invierno se le seca más la piel y eso es normal. Sin embargo, las pieles mixtas no existen. Puede haber zonas que no van a ser grasas, como los labios o el contorno de ojos, pero una piel mixta realmente no existe, es una piel grasa irregular», detalla la dermatóloga.

«Una vez que tengamos identificado el tipo de piel que tenemos, podemos ir buscando diferentes texturas», indica Blanca González Herrero, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña. Si no queremos algo demasiado untuoso, se puede optar incluso por un sérum.

«Dentro de esto, para una buena hidratación, tenemos que buscar activos como el ácido hialurónico, el pantenol y, por otro lado, otros como las ceramidas, que van a ayudar a que la función barrera esté sana. Para pieles más secas, podemos buscar emolientes como manteca de karité, que van a evitar la pérdida de agua transepidérmica. De este modo, no solo atraemos agua hacia nuestra piel, sino que evitamos que se escape», explica González.

¿Qué ingredientes cosméticos me benefician?

Se deben combinar cuatro tipos de ingredientes activos en los productos de cuidado y limpieza de la piel para restaurar su equilibrio:

  1. Sustancias de acción higroscópica: retienen el agua presente en una emulsión de una forma duradera y válida. Las sustancias más usadas para esto son la glicerina, el sorbitol y el propilenglicol.
  2. Sustancias de interacción química: favorecen la unión del agua a las proteínas de la membrana celular y son capaces de retener el agua dentro de las células del estrato córneo (la capa más superficial de la piel). Son la urea y los alfahidroxiácidos, sobre todo el ácido láctico.
  3. Sustancias oclusivas: impiden la evaporación del agua. La vaselina, lanolina, escualeno, cera de abeja, etc.
  4. Otras sustancias activas utilizadas como hidratantes en dermocosmética: colágeno, ácido hialurónico, ceramidas, vitaminas (B, A, carotenos, E, C, H y D).

    Fuente: Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

El desafío de hidratar una piel grasa

Aunque la piel sea grasa, las expertas señalan que la hidratación sigue siendo importante. La clave está en encontrar una textura adecuada para este tipo de piel. «Las pieles grasas a lo mejor están aumentadas en sebo, pero no en agua. Muchas veces están deshidratadas. Eso es algo que vemos muy habitualmente y lo que hacemos es buscar cremas que sean muy fluidas, más similares a un gel pero que aporten esos ingredientes activos que dan mucha hidratación sin resultar pesadas para estas personas», señala González.

Además, la experta advierte que una piel que no está hidratada tiene una función de barrera deteriorada. «Por lo tanto, va a ser una piel que va a tener más tendencia a infectarse y a tener patologías. Entonces, es muy importante que incluso las pieles con tendencia grasa utilicen activos que las refuercen», detalla la farmacéutica.

Hidratación a lo largo del año

Como señala Paloma Cornejo, la hidratación debe ser individualizada y a su vez «es algo dinámico que varía a lo largo del año». Existen períodos en los que sería aconsejable preparar la piel más a fondo. Así, desde la AEDV explican que «en invierno hay que protegerse del frío y de la sequedad consecuente, por lo que insistimos en hidratar profundamente la piel de la cara, cuello y escote por la mañana y por la noche, utilizando cremas de consistencia mayor que en el resto del año. Asimismo, aquellas personas que tengan la piel muy sensible a los cambios de temperatura del frio al calor y viceversa, que se manifiestan por el contacto de la piel con ambientes de calefacciones potentes, deben usar siempre cremas específicas para pieles sensibles».

En los meses más templados y en los cálidos, el énfasis debe estar en la fotoprotección, que actualmente se incorpora en muchas formulaciones de crema hidratante de día. «Si nos exponemos al sol a pesar de llevar puesto un protector, siempre habrá bronceado de la piel aunque sea un poco, y consecuentemente llegará el fotoenvejecimiento a corto o a medio y a largo plazo», recuerdan desde la AEDV.

Otros consejos para una piel bien hidratada

Una alimentación equilibrada es fundamental para la salud de la piel, ya que los nutrientes que consumimos influyen directamente en su apariencia y función. Esto va mucho más allá de beber suficiente agua. «Por mucha agua que bebas, no vas a tener la piel mucho más hidratada. Pero, lógicamente, si no bebes nada, la piel se deshidrata. Por eso, después de una gastroenteritis severa, la piel está menos elástica y con una textura diferente», explica Cornejo.

«La alimentación correcta para la piel debe aportar proteínas, vitaminas y antioxidantes, que están presentes en frutas y verduras. Lo que le sobra a la piel son los lácteos y los procesados. Esta dieta contribuye a tener una piel que soporte las agresiones externas, que sea resistente a la distensión y que tenga una estructura correcta. El aporte de omega 3, presente en el pescado azul, es muy importante en las personas con piel atópica, pero para la hidratación en sí también. Porque los omegas ayudan a formar la pared celular y a mejorar la función barrera», recomienda la dermatóloga.

Por otro lado, la limpieza, primer paso fundamental de la rutina, es clave para que los ingredientes hidratantes puedan penetrar en la piel. «Si no limpiamos la piel, los restos de grasa, de contaminantes externos y de cosméticos podrán obstruirla y no va a absorber tan bien los activos que le aplicamos. Podemos utilizar algo que emulsione las grasas, como un agua micelar, y finalizar con un gel que quite estos restos», indica la doctora.

Con todo, a la hora de limpiar, Cornejo recomienda alejarse de los jabones o geles que usamos para el cuerpo. «Lógicamente, una limpieza muy agresiva con productos que tengan un pH muy alcalino puede hacer daño. Hay que usar productos específicos para la piel del rostro», explica.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.