Ramos niega que existan pactos entre las industrias frente a los ganaderos.
-No hay ningún tipo de pacto. El pacto no es necesario, hay leche por todos los lados. Sobra. -¿Cómo valora la compra de Puleva? -No queda más que felicitarlos a Lactalis y lamentar que el señor Besnier no sea gallego. ¿Qué va a pasar en el mercado? No tiene que pasar nada. Los litros de leche los tenemos aquí, el mercado también. Lo único que hay que mirar es si somos competitivos o no. Está claro que el futuro del sector productor estará ligado, sin duda, al de las empresas que sean rentables. -¿Hay que enterrar la idea del grupo lácteo gallego? -Ahora mismo está complicado. Hay que mirar cómo va a evolucionar el resto del sector industrial español y gallego. Después de la compra de Puleva habrá que ver si se producen más movimiento. Está ahora Alimentos Lácteos intentando desarrollar un proyecto. Les va a dar mucho trabajo. Van a tener un camino que no va a ser fácil, ni para ellos ni para el resto del sector. -¿Qué responsabilidad tiene la industria en la situación de las cooperativas? -Absolutamente ninguna. Las cooperativas han hecho en cada momento lo que querían hacer. Tuvieron empresas importantes y tomaron decisiones de venderlas, sin considerar qué era lo mejor para el sector. La responsabilidad de lo que ha pasado es suya. No nos podemos olvidar que hace pocos años la primera empresa de Galicia era una cooperativa, Leyma-Ram. Estoy convencido, porque lo viví de cerca, que si en aquel momento la hubiera comprado Celta el panorama del sector lácteo gallego y nacional sería muy distinto.