El jurado rechazó que O Chucán matara a una prostituta en Sober
28 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Parece un veredicto sorprendente, pero no lo es. El tribunal popular declaró inocente a José Carnero Fernández, O Chucán, acusado de haber matado a golpes en la cabeza a una prostituta en la cuadra de los cerdos de su casa, en Arxemil-Sober, en septiembre de 2007. Lo hizo porque las acusaciones no fueron capaces de presentar pruebas contundentes en las dos sesiones que tuvieron lugar en la Audiencia Provincial de Lugo. Carnero estuvo preso tres años y tres meses. Ahora tienen que excarcelarlo. No lo hicieron cuando su abogado pidió que volviera a su casa porque el juicio se demoraba demasiado. El fallo no es definitivo. Se avecinan recursos.
Al jurado no le bastó una camisa de O Chucán con restos con su ADN y sangre de ella. Tampoco le fue suficiente el hacha y la maza que también tenían sangre de ella en los mangos. Y no le sirvieron estos elementos porque el abogado defensor se encargó de explicarles que el fiscal podía hacer encajar todas las piezas que él quisiera, pero que lo que valían eran las huellas del soberino y resulta que los investigadores no hallaron ni una.
Así las cosas, siete de los once miembros del jurado, respondieron negativamente a la pregunta que les hicieron de si consideraban que Carnero hubiese golpeado a María del Pilar Palacios hasta el extremo de destrozarle la cabeza. Otros siete también dijeron que esa agresión hubiese sido la causa del fallecimiento.
Lo único que declaró probado el grupo de personas del tribunal fue que el acusado, en la noche del 14 de septiembre, se fue al Club Tosca de Ourense, en su Seat Córdoba, a buscar a la mujer para traerla hasta su casa y, después, mantener relaciones sexuales con ella.
El hecho de que los forenses hallaran restos de semen correspondientes al acusado en el cuerpo de la fallecida no fue considerado como una prueba convincente para el tribunal que emitió su veredicto en torno a las diez de la noche del pasado miércoles, tras unas cuatro horas de deliberaciones y después de dos largas sesiones escuchando las versiones de testigos, guardias civiles, forense y especialistas.
El crimen de Arxemil sigue pues rodeado de misterio. El acusado ofreció múltiples versiones de su estancia con Pilar en la casa, sin embargo siempre se declaró inocente. Dejó entrever que quien pudo haber matado a esa mujer fueron otras personas que acudieron a la vivienda cuando su dueño no estaba para mantener relaciones sexuales con la víctima porque, según aclaró, a veces ejercía la prostitución en la vivienda.
El letrado de Carnero dejó entrever que en la muerte de la meretriz debieron haber participado varias personas como consecuencia de la violencia empleada. Le destrozaron la cabeza a golpes. Incluso a la víctima le rompieron huesos de una mano porque, supuestamente, se la retorcieron