El influyente crítico estadounidense John Gilman visita la Ribeira Sacra

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

John Gilman (derecha), con Roberto Regal y (centro) y Gerry Dawes, en una viña de Belesar.
John Gilman (derecha), con Roberto Regal y (centro) y Gerry Dawes, en una viña de Belesar. roi fernández< / span>

Llega dos meses después de dedicarle un elogioso artículo en su boletín

07 oct 2014 . Actualizado a las 16:54 h.

El reciente brindis de Obama con un tinto de Ribeira Sacra no parece fruto de la casualidad. Antes de final de año, dos prestigiosos boletines de Estados Unidos dedicarán amplias reseñas a los vinos de esta denominación de origen. Luis Gutiérrez, catador del Wine Advocate de Robert Parker, la publicación más influyente a nivel internacional, estará este viernes en la sede del consejo regulador. Su visita se enmarca en una gira por Galicia cuyas conclusiones verán la luz en forma de reportaje en diciembre. Otro reputado crítico, el estadounidense John Gilman, recorre estos días la zona, a la que dedicó recientemente un elogioso reportaje en su revista bimensual View from the Cellar. A finales de este mes, saldrá otro número con sus nuevas impresiones sobre los vinos de Ribeira Sacra.

«¡Fantastic!», exclama Gilman, en una improvisada cata en el restaurante O Grelo, mientras toma notas del mencía en barrica Don Diego 2011, que todavía no ha salido al mercado. En el reportaje que dedicó a los vinos españoles el pasado mes de julio, la añada del 2008 de la pequeña bodega de Jorge Carnero obtuvo una de las puntuaciones más altas. Solo cinco riojas, todos de antiguas cosechas, y un ribera del duero estuvieron a su nivel. Gilman cree que Ribeira Sacra tiene condiciones para ser una de las grandes zonas vitícolas del mundo. «Sus vinos son fáciles de beber, muy agradables pero serios al mismo tiempo», explica. «Es la metáfora del puño de hierro en guante de seda del grand cru de Borgoña», asevera su compatriota Gerry Dawes. Fotógrafo, escritor gastronómico y distribuidor de vinos de pequeña producción en Estados Unidos, ejerce de guía del crítico en su visita.

Otro estilo

Gilman comenzó como comerciante minorista de vinos en Nueva York, luego fue sumiller y en la actualidad publica un boletín electrónico al que, al igual que el Wine Advocate de Parker, solo se puede acceder mediante suscripción. Los paralelismos, sin embargo, se acaban ahí. El View from de Cellar se dirige a un público minoritario pero de alto poder adquisitivo, ávido de descubrir nuevas zonas y de probar vinos que se sitúan en las antípodas del estilo potente y concentrado que estuvo de moda hasta hace poco.

«Aquí hay esos suelos que dan la estructura al vino. No hay por qué disfrazarlos con extracciones exageradas o con roble nuevo», comenta Gilman. En el boletín que publicó en julio expresaba su deseo de conocer cuanto antes la Ribeira Sacra, tras la grata impresión que le habían causado sus vinos. La visita no se hizo esperar. El pasado jueves realizó un recorrido por la zona de Chantada de la mano del enólogo Roberto Regal, del que elogia su capacidad «para hacer vinos diferentes que reflejan la personalidad de cada viña». Ayer tenía previsto acercarse a la zona del Sil, con escalas en Décima, Viña Cazoga y Algueira. Pese a que era uno de los objetivos de su visita, Gilman no lo tuvo fácil para realizar catas de añadas antiguas en las bodegas por las que pasó. «El problema es que muchos elaboradores de Ribeira Sacra no acaban de creer en sus posibilidades. Ni siquiera guardan un par de cajas para poder ver cómo evolucionan los vinos años después», dice Gerry Dawes.