«Venimos por el libro de Dolores Redondo y esto es todavía más bonito de lo que esperábamos»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Turistas de Bilbao y de Toledo observan este fin de semana las viñas de Doade desde el mirador de Soutochao
Turistas de Bilbao y de Toledo observan este fin de semana las viñas de Doade desde el mirador de Soutochao CARLOS CORTÉS

El otoño turístico arracan con fuerza en la Ribeira Sacra, gracias a un puente en el que se rozó el lleno

12 oct 2021 . Actualizado a las 20:29 h.

Este fin de semana en las calles del centro de Monforte de Lemos casi era más fácil cruzarse con un turista que con un lugareño. El puente del Pilar se convirtió en una especie de bola extra del verano para la hostelería y los alojamientos hoteleros de la Ribeira Sacra. El abarrote en las calles y en los lugares de mayor interés turístico era evidente, aunque no todos los establecimientos hoteleros estuvieron al completo.

 También navegaron prácticamente llenos los barcos de las rutas fluviales del cañón del Sil, uno de los puntos calientes del turismo en la Ribeira Sacra. El tramo de la carretera de Monforte a Castro Caldelas que baja al Sil desde el pueblo de Doade (Sober) es uno de los termómetros que miden cómo está todo de lleno. El sábado por la tarde apenas cabían más coches en el acceso al mirador de Soutochao, a medio camino entre el pueblo de Doade y el embarcadero Ponte do Sil, el principal enclave de las rutas fluviales en la margen derecha del cañón.

De camino a ese mirador, en grupo de cuatro jóvenes de Toledo se paran para contar qué les ha traído a la Ribeira Sacra. «Es por el libro de Dolores Redondo», aseguran. Leyeron «Todo esto te daré» y quisieron conocer esos viñedos en ladera de los que habla la escritora navarra en la novela que hace cinco años le valió el Premio Planeta. Se alojaban en Ourense y estaban recorriendo miradores. El paisaje no los ha defraudado. «Esto es muy bonito, incluso mejor de lo que esperábamos», aseguran.

Junto a ellos, una mujer explica las vistas a su hija y su yerno. Son de Bilbao, pero ella y su marido llevan unos años viviendo en Vilagarcía. El marido es de Castro de Rei de Lemos y también tienen un piso en Monforte, así que conocen bien la Ribeira Sacra. «Esto está muy de moda -explica riéndose-, así que ya me estoy acostumbrando a hacer de guía cuando vienen visitas, en Vilagarcía a ver las bateas y aquí las viñas».

Gente en el mirador de Soutochao, en la Ribeira Sacra
Gente en el mirador de Soutochao, en la Ribeira Sacra CARLOS CORTÉS

Antes del mirador, una pareja joven se para a hacerse fotos con las viñas al fondo. Son de Granollers y esta es su primera vez en la Ribeira Sacra. El paisaje les está encantando, pero ya se lo habían explicado en una visita que hicieron no hace mucho al Priorat, una comarca catalana que también es de relieve complicado y en la que también se produce vino. «En aquella visita nos dijeron que si queríamos ver viñedos en terrenos realmente inclinados no nos debíamos perder la Ribeira Sacra», cuentan.

El consorcio de turismo de la Ribeira Sacra hará público enseguida el balance de ocupación de este puente, pero en la calle se palpa que los datos van a ser buenos. Puede ser un arranque prometedor para el otoño, una de las mejores épocas para visitar la Ribeira Sacra.