¿Tintos del 2021?, todavía necesitan un poco de paciencia en Ribeira Sacra

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Javier Facal, secretario de la asociación, en la cata celebrada el lunes en el Centro do Viño
Javier Facal, secretario de la asociación, en la cata celebrada el lunes en el Centro do Viño cedida

Los sumilleres de Gallaecia hacen balance de la cata para sus distinciones

19 jul 2022 . Actualizado a las 20:15 h.

Vuelven las visitas de los sumilleres de la asociación Gallaecia a los consejos reguladores. Tras dos años de restricciones por la pandemia, en los que las catas se centralizaron en A Coruña, vuelven a recorrer los consejos reguladores de las denominaciones de origen vitivinícolas gallegas. Las visitas tienen un doble objetivo: puntuar los vinos para el reparto de las distinciones anuales de Gallaecia y con vistas también a su inclusión en la guía de Luis Paadín. El autor de esta publicación fue el impulsor de esas distinciones y presidió durante muchos años la asociación.

Tras las catas que tuvieron como escenario los consejos reguladores de Valdeorras y Monterrei, el lunes le tocó el turno a la sede de Ribeira Sacra. De esta denominación de origen se valoraron 111 muestras presentadas por 28 bodegas. De ellas, 81 eran de vinos tintos. También se presentaron a la cata de Gallaecia 26 blancos y cuatro rosados con el sello de Ribeira Sacra. Las bodegas realizaron la correspondiente inscripción, pero no aportaron las botellas. Catorce catadores distribuidos en dos paneles cataron en Monforte «vinos de mercado, adquiridos directamente en tiendas».

Este es uno de los datos que aporta el consejo regulador a modo de balance de la cata. A la espera de que se den a conocer las distinciones de este año, el secretario de la asociación Gallaecia, Javier Facal, hace una primera valoración de la evolución de los vinos de la cosecha del 2021, una vendimia muy complicada con carácter general. «Tiene una evolución muy positiva en los blancos, donde se supo elaborar. En los tintos hemos visto que el 2021 necesita un poquito de paciencia», señala Facal.

Estilo atlántico

«Encontramos ese estilo atlántico, agradecido en la mesa cuando el mundo está invadido de vinos continentales, sobremaduros. Creo que aquí se está en el camino correcto. Yo trabajo en restauración, sirviendo vinos, haciendo armonías, y siempre es agradable encontrar tintos frescos. Hay una tendencia hacia el cambio en el vino y frente a los blancos aparecen estos tintos frescos que te permiten seguir bebiendo sin ser pesados», explica el secretario de la asociación.

En cuanto a los vinos de añadas anteriores a la última cosecha que se cataron, Facal destaca la complejidad que adquieren cuando se trabajan en bodega en «depósitos grandes», a su juicio los más adecuados en esta zona. «Tenemos esas evoluciones de una complejidad increíble. La mencía cuando llega a esos momentos me recuerda un poco al otoño, ese monte bajo, esa hojarasca, ese orégano», dice Facal.

En la cata en el Centro do Viño da Ribeira Sacra también participó Alejandro Paadín, hijo de Luis Paadín y corresponsable de la guía que lleva su nombre. «Los vinos están muy bien. La verdad es que venir a Ribeira Sacra sorprende por la diversidad, antes hablábamos de variedades y ahora se incluye el factor añada», opina Alejandro. «La del 2021 es más floral no tanta frutal, no tan madura. Se presenta más elegante y fresca. Las otras añadas vienen con ese añadido de tiempo en barrica, de trabajos en bodega. Son vinos un poco más pausados donde se muestra todo el esplendor y potencial que tiene Ribeira Sacra para competir a nivel mundial», añade.