Este fue el quinto año más seco desde 1971 en la cuenca del río Cabe

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El embalse de Vilasouto llegó este año al mes de junio con un pobre 45,6% de llenado
El embalse de Vilasouto llegó este año al mes de junio con un pobre 45,6% de llenado CEDIDA

El embalse de Vilasouto solo aportó este verano al regadío Val de Lemos el 31% del agua habitual

24 nov 2022 . Actualizado a las 13:37 h.

El año hidrológico que acaba de terminar ha sido el más seco en medio siglo para el área regable de la comarca de Lemos. Es una de las conclusiones del análisis de los últimos doce meses que acaba de realizar la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS). Ya se sabía que la sequía había obligado a limitar mucho este verano el uso del regadío Val de Lemos, pero este departamento dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica le pone cifras concretas a esta realidad. Por el regadío corrió este año solo un 31% del agua habitual.

Los responsables de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil hicieron públicos estos datos después de la reunión que mantuvo este lunes la denominada comisión de desembalse, un órgano colegiado que tiene como función analizar y hacer propuestas sobre el régimen adecuado de llenado y vaciado de embalses y acuíferos. La comisión revisó con detalle los datos correspondientes a los dos embalses de la cuenca Miño-Sil que se utilizan para riego, el de Bárcenas, en la comarca del Bierzo, y el de Vilasouto, en O Incio. Las cifras demuestran que los meses comprendidos entre octubre del 2021 y septiembre del 2022 fueron inusualmente secos tanto en la cuenta del Sil superior, donde está el embalse de Bárcenas, como en la del Cabe, en la que se encuentran el río Mao y el embalse de Vilasouto.

De todas formas, en la confederación hidrológica apuntan que «en Vilasouto la situación de sequía fue más grave» que en el Sil alto. En los últimos doce meses, el embalse de Vilasouto recibió 11,95 hectómetros cúbicos de agua. Es la quinta cifra más baja desde 1971, cuando terminó la construcción del regadío. De acuerdo con los registros que maneja este organismo público, en los últimos 50 años solo llovió menos en el el 1988-1989, el 1991-1992, el 2001-2002 y el 2016-2017. Y de estos cuatro años hidrológicos, solo en el 1988-1989 llovió claramente menos que ahora. Aquella vez fueron 7,86 hectómetros cúbicos, un 35% menos. Los otros cuatro años fueron en realidad similares a este 2021-2022.

Estas cifras explican que Vilasouto llegase a junio, en el inicio de la temporada de riego, con un pobre 45,6% de llenado. Tras la reunión de la comisión de desembalse, Manuel Rodríguez Acebes, explicó que con esa escasez de reservas de agua era imposible afrontar la demanda de riego, así que este embalse solo proporcionó en verano 3,73 hectómetros cúbicos de agua al regadío Val de Lemos. En vez de los dos o tres habituales, los agricultores de la comarca disfrutaron solo de un período de riego, entre el 19 de julio y el 15 de agosto. «Ese fue el período de las mayores necesidades de los productores profesionales, a los que se les dio toda la prioridad de cara a satisfacer en lo posible sus necesidades», explicó Manuel Rodríguez Acebes.

¿Qué es el año hidrológico?

En España, los años hidrológicos empiezan el 1 de octubre y finalizan el 30 de septiembre. Octubre es el primer mes tras el verano, la estación más seca, y cuando empiezan las lluvias. Por eso comienza ahí el recuento de lluvia caída cada 12 meses

Las últimas lluvias no se notan en el nivel de los embalses

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) tiene declarada desde principios de agosto la situación de alerta por sequía en dos de los territorios sobre los que tiene competencias: las cuencas de los ríos Cabe y Limia. Un mes después entró en prealerta también el curso alto del Miño. El tramo medio y bajo del Miño son las únicas subáreas de la cuenca Miño-Sil que están en una situación de normalidad hídrica. Lo que cabe esperar es que el agua vuelva a llenar los embalses a partir de ahora, con el otoño y el comienzo del nuevo año hídrico 2022-2023. Pero tiene que llover más de lo que ha llovido hasta ahora. Las precipitaciones de los últimos días no han sido suficientes ni siquiera para empezar a revertir la situación.

Si el embalse de Vilasouto tenía hace una semana 26,06 hectómetros cúbicos de agua, ayer había bajado incluso un poco, hasta los 25,81, un poco por debajo del 26% de su capacidad total. La situación en Belesar, el mayor embalse del Miño y de toda Galicia, tampoco ha cambiado. Sigue en el 24% de llenado. El caso de Os Peares, el segundo mayor del Miño, es distinto. Está muy bajo para lo habitual en él, pero es porque Naturgy está bajando el nivel para hacer obras en la presa.