Los usos del agua de Cabe: mucha agricultura, algo de consumo urbano y casi nada de ocio

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Jóvenes aficionados al piragüismo aprovechan una crecida para entrenarse en el río Cabe cerca de Monforte
Jóvenes aficionados al piragüismo aprovechan una crecida para entrenarse en el río Cabe cerca de Monforte CARLOS CORTÉS

La actividad agropecuaria acapara más del 70% , mientras que los campos de golf y las grandes empresas suponen un porcentaje mínimo

10 ene 2024 . Actualizado a las 10:43 h.

La actividad agraria es la principal fuente de demanda de agua en la cuenca del río Cabe, claramente por encima del consumo urbano y a una distancia enorme de otros usos como el industrial o el recreativo. Es una de las conclusiones de los informes técnicos que forman parte del plan especial contra la sequía elaborado recientemente por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. En el conjunto de la cuenca que forman estos dos ríos, el peso de la agricultura solo es porcentualmente mayor en la comarca del Bierzo y en A Limia.

El plan contra la sequía divide el territorio de la cuenca Miño-Sil en seis áreas distintas para analizar por separado los recursos hídricos existentes, la demanda que tienen y los riesgos que puede haber en caso de escasez prolongada de lluvia. De esas seis áreas, el sistema formado por los ríos Cabe y Mao es la más pequeña en superficie e incluye la mayor parte de la comarca de Lemos y el municipio de O Incio, perteneciente a la de Sarria.

En un año medio, en el sistema Cabe-Mao las diferentes actividades humanas emplean cerca de 20 hectómetros cúbicos de agua en un año.

Agricultura y ganadería demandan el 77% de esa agua, 15,2 hectómetros cúbicos. El consumo urbano representa solo el 22% (y el recreativo no pasa del 0,3%. Por debajo de esta última solo está la demanda de agua por parte de la industria, que se queda en un 0,15% del total.

 En el territorio que ocupa la cuenca del Cabe viven cerca de 30.000 personas y su demanda media anual de agua para consumo urbano, un concepto que en este caso incluye también la de las empresas que no disponen de redes de agua propias, asciende a 4,4 hectómetros cúbicos.

Algo más del 70% de ese volumen de agua lo consume Monforte, que requiere cada año una media de 3,2 hectómetros cúbicos de agua para esos usos.

Tanto Bóveda, como O Incio, Pantón y Sober consumen alrededor de 0,2 hectómetros cúbicos cada uno, mientras que A Pobra necesita poco más de 0,1.

Por el gran peso que tiene el consumo agropecuario, la demanda de agua en esta parte de las comarcas de Lemos y Sarria se parece a la de A Terra Chá, el Bierzo y A Limia, según explican los técnicos autores de este plan de prevención de las consecuencias de las sequías. En estas tres zonas conserva un peso importante la agricultura de regadío.

El consumo de dos empresas

En el análisis de estas cifras hay que tener en cuenta que los autores del informe incluyen en el apartado de consumo doméstico también el de la práctica totalidad de las empresas. La denominada demanda industrial parece mínima, pero es que dato solo incluye las empresas que tienen sus propias redes de abastecimiento de agua independientes de las traídas públicas.

En el sistema del río Cabe son únicamente dos; Prebetong Lugo, que tiene sus instalaciones en el polígono industrial de Monforte y se abastece de manantiales situados en el término municipal de Sober; y Magnesitas de Rubián, la compañía minera situada en el municipio de O Incio. Las dos tienen una demanda de agua idéntica, de 0,13 hectómetros cúbicos al año cada una.

El área del río Cabe es en la que el consumo que generan las grandes industrias tiene un peso más reducido. La media para toda la cuenca Miño-Sil es del 3,7%. El sistema en el que este tipo de demanda tiene más importancia es el denominado Sil inferior, que es donde se encuentran las empresas que se dedican a la extracción y procesado de pizarra en la comarca de Valdeorras y también, aunque en menor medida, de Quiroga y el Bierzo.

Dos campos de golf

Y en cuanto al apartado de usos recreativos incluye básicamente los campos de golf y las piscinas públicas. Dos de los diez campos de golf existentes en la demarcación de los ríos Miño y Sil están en el sistema Cabe-Mao. Se trata del campo de golf Augas Santas, perteneciente al balneario que se encuentra en las cercanías de Ferreira, la capitalidad del municipio de Pantón; y del club de golf Río Cabe, en la parroquia monfortina de Ribas Altas. El campo de golf de Pantón demanda 0,033 hectómetros cúbicos de agua al año y el de Monforte un poco menos, 0,022.

Estos campos de golf consumen tres y dos veces más, respectivamente, que las dos empresas industriales con sistemas de abastecimiento propio.

El porcentaje del consumo que hacen estos dos campos de golf representa un 0,3% del total. La demanda recreativa media de toda la cuenca del Miño y el Sil supone un 0,9% del uso general del agua.

La demanda de casi 20 hectómetros de la cuenca del Cabe no es homogénea a lo largo del año, Se mantiene por debajo de un hectómetro cúbico al mes entre enero y junio, pero llega a superar los 3 hectómetros en septiembre (3,23), octubre (3,66) y noviembre (3,67).