La presa desmontable del Cabe retendrá el agua los próximos cuatro meses en A Pinguela

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El alcalde, segundo por la izquierda, supervisó las obras este lunes
El alcalde, segundo por la izquierda, supervisó las obras este lunes CEDIDA

Ayer comenzó a instalarse de nuevo la estructura que había sido retirada en septiembre para evitar inundaciones

20 may 2024 . Actualizado a las 18:31 h.

A un mes vista para el comienzo oficial del verano, la presa desmontable del Cabe en A Pinguela inaugura la temporada estival. Los pivotes y planchas metálicas que la configuran, retirados a final del pasado mes de septiembre, volvieron a ser instalados ayer por parte de personal de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. La estructura se desmantela para evitar inundaciones por la acumulación sobre ella de troncos y ramas de árboles en caso de riada, una circunstancia que ya se produjo en enero del 2023 y que causó cuantiosos daños en esa parte del paseo fluvial. En los meses de estiaje, por el contrario, ayudará a que el río tenga el nivel necesario para filtrar agua a la laguna que se originó en esa zona en la excavación de una vieja gravera.

El alcalde, José Tomé, junto con los concejales Gloria Otero y José Luis Losada, supervisó los trabajos que se iniciaron a primera hora de la mañana en la presa situada en las inmediaciones de la zona deportiva de A Pinguela. «A colocación desta presa desmontable lévase a cabo durante a primavera para darlle continuidade lonxitudinal ao curso natural do río Cabe e, ao mesmo tempo, mellorar a recarga subterránea da auga da lagoa», informa el Ayuntamiento en un comunicado.

Más sensible a variaciones

«En época de estiaxe —prosigue la nota— a lagoa é máis sensible ás variacións que poida haber no río Cabe, xa que debido ós caudais é mais difícil a recarga superficial da mesma a través do canal de entrada na lagoa. Este azud desmontable retírase no inicio do outono, coa volta das choivas, para facilitar o paso da auga e evitar danos na medida do posible». Fue una rotura de la anterior presa de hormigón, en el 2016 y como consecuencia de otra riada, la que movió a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil a adoptar la actual solución después de valorar diferentes alternativas.

La proximidad de las viviendas de A Pinguela al lugar en el que se ubica la laguna aconseja mantener las filtraciones subterráneas para evitar problemas de salubridad en los meses en los que las precipitaciones no son suficientes para mantener el nivel del agua estancada. La reposición de la presa, que se acondiciona sobre una base de hormigón situada bajo el agua, se llevó a cabo con el apoyo de una grúa de grandes dimensiones que descolgó los postes y planchas metálicas para su colocación por parte de los operarios.