Un vecino de Chantada murió al hundirse bajo sus pies el tejado de una leñera que estaba reparando

Francisco Albo
Francisco Albo MONFORTE

CHANTADA

06 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Una sencilla tarea de reparación de un edificio contiguo a una vivienda acabó ayer de forma trágica en un pueblo del municipio lucense de Chantada. Segundo Rigueira Prado, de 64 años de edad, perdió la vida al caer al vacío desde el tejado de uralita de una leñera que estaba ayudando a arreglar y que se hundió repentinamente bajo sus pies. La altura desde la que cayó apenas alcanza los tres metros, pero fue suficiente para que recibiese golpes de gravedad mortal. Testigo El propietario de la construcción, Evaristo Vázquez, también se encontraba sobre el tejado cuando ocurrió el accidente y cayó por el mismo hueco que se formó al ceder la estructura de la cubierta, pero a diferencia de su compañero, sólo sufrió contusiones diversas. El superviviente, conmocionado por el suceso, explicó que la caída se produjo precisamente cuando él y Segundo Rigueira estaban terminando de retejar el galpón. El suceso tuvo lugar alrededor de la una menos cuarto de la tarde en la localidad de Santo Estevo, perteneciente a la parroquia de San Salvador de Asma, en Chantada, donde tiene su residencia Evaristo Vázquez. El hombre que perdió la vida, según explicó, había ido a echarle una mano para reparar el tejado del cobertizo, y las heridas que sufrió a consecuencia de la caída provocaron su muerte de forma prácticamente inmediata. De hecho, un helicóptero del Centro de Atención de Emerxencias que fue enviado al lugar por los servicios sanitarios dio la vuelta en pleno vuelo, al recibir el aviso de que su intervención, desgraciadamente, ya no era necesaria.