Un enólogo gallego entra en el club de los 100 puntos Parker con un vino canario

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

SOBER

Alfonso Torrente, a la derecha, con Roberto Santana en el concurso de cata de Vila Viniteca
Alfonso Torrente, a la derecha, con Roberto Santana en el concurso de cata de Vila Viniteca FERRAN NADEU

Alfonso Torrente es uno de los cuatro socios del proyecto Envínate, con viñas y bodega también en Sober y A Teixeira

19 dic 2023 . Actualizado a las 20:13 h.

El vino tiene sus paradojas. Nacido en La Rioja, en el seno de una familia de larga tradición bodeguera, Rafael Palacios fue bendecido con los codiciados 100 puntos Parker después de echar raíces en Galicia. Luis Gutiérrez, catador de los vinos españoles en el boletín del influyente crítico estadounidense, se los dio en el 2022 por el godello de Valdeorras O Soro. Un año después, un enólogo gallego recibe por vez primera la puntuación más ambicionada en el mundo del vino. Los 100 puntos son ahora para Táganan Margalagua, un original tinto que firma en Tenerife el sarriano Alfonso Torrente con sus tres socios del grupo Envínate.

Con la marca Táganan se comercializan un tinto y un blanco «de pueblo», de uvas procedentes de diversas viñas de Santa Cruz de Tenerife. Lo que en Borgoña —fuente de inspiración de Envínate— catalogan como «village». Margalagua es un vino de parcela y en la cosecha del 2021, catapultada por el boletín de Parker, produjo 1.500 botellas. Antes de los 100 puntos estaban vendidas a los distribuidores de Envínate, que exporta el 85% de sus vinos. Hasta no hace mucho, el Margalagua del 2021 se podía localizar en internet a unos 60 euros la botella. Ahora aparece con el cartel de agotado y un precio indicativo de 100 euros.

«La revalorización es cosa del mercado. Nosotros buscamos desde el principio que la gente pueda acceder a nuestros vinos. No marcamos precios exagerados», señala Torrente. Del grupo forman parte el canario Roberto Santana, la murciana Lala Ramos y el albaceteño José Ángel Martínez. De ahí que, además de en Galicia y Canarias, elaboren vinos en Almansa y colaboren en Murcia con la bodega Casa Castillo, donde hicieron prácticas como estudiantes. «Todos los vinos —dice el enólogo gallego— tienen algo de los cuatro. Roberto puede estar más encima en Canarias, como yo en Galicia, pero las decisiones son conjuntas en la bodega y en la viña».

El germen, en Elche

Los socios de Envínate se conocieron en el 2004 cuando estudiaban enología en la Universidad Miguel Hernández de Elche. «Compartíamos un punto de vista algo diferente sobre la elaboración del vino. Nos preocupaba más la viña que la bodega. Si quieres que un vino refleje su origen, tienes respetar los suelos». El primer viñedo de Envínate lo compraron en el 2008 en la Ribeira Sacra, cuando aún trabajan dentro de la denominación de origen. Los primeros Lousas, su marca en esa zona gallega, salieron al mercado en el 2012, coincidiendo con el estreno de Táganan, gracias a acuerdos con viticultores de Tenerife.

La viña de Camiño Novo, situada en la parroquia de Amandi, en Sober
La viña de Camiño Novo, situada en la parroquia de Amandi, en Sober ENVINATE

«Teníamos muy claro el tipo de viñas y de suelos que buscábamos. Queríamos hacer vinos que reflejasen paisajes muy especiales que nos habían enamorado», rememora Torrente. Ahora tienen alquilado por diez años un edificio municipal situado en Santiago del Teide, donde se ubicaba una antigua cooperativa de cosecheros de la zona. En Galicia disponen de bodega en propiedad en A Teixeira y viñedos comprados o gestionados mediante acuerdos con los viticultores en Sober. Ambos municipios están dentro de la denominación de origen Ribeira Sacra, de la que se salió Envínate en el 2019,

El vino de parcela Lousas Camiño Novo, hasta entonces con el sello del consejo regulador, obtuvo 98 puntos en el reportaje sobre Galicia que publicó el boletín de Parker a mediados de noviembre con la firma de Luis Gutiérrez. A finales de ese mes, Gutiérrez dedicó al resurgir del vino canario el informe que incluía los 100 puntos para Margalagua. «Lo bueno de Luis, aparte de ser un gran catador, es que pisa la viña y habla con la gente. Da igual que el reportaje sea sobre vinos de Argentina, Jura o Albacete», apunta Torrente.

No llegan a treinta los vinos españoles con 100 puntos Parker. La incorporación de Luis Gutiérrez al equipo del boletín del abogado del vino —Parker se dedicó a la abogacía antes de catar profesionalmente— ha sido decisiva para abrir lo más alto del podio a zonas menos valoradas que Rioja, Jerez o la Ribera del Duero. En los últimos años, también alcanzaron esa puntuación vinos de la sierra de Gredos, Bierzo Valdeorras o, más recientemente, Canarias. Para Torrente, la globalización da protagonismo a muchas regiones que parecían condenadas al ostracismo. «Hoy —apunta— puedes ir al lugar más recóndito desde cualquier casa del mundo. Y el consumidor fuera de España suele ser más abierto a probar vinos diferentes».

No se hacen solos

Ellos también se alejaban del estándar en su etapa formativa. Aquellos cuatro estudiantes de enología eran más de pisar viñedo que de bata y laboratorio. «Por suerte, las cosas han cambiado. Antes se hacían vinos de tempranillo en todas partes. Se buscaban crianzas muy marcadas con variedades de refuerzo importadas de Francia. Nosotros teníamos claro que ese no era el camino, aunque tampoco íbamos de hippies con lo de ‘no intervenir'. Sin tomar decisiones, no hay vino», dice Torrente. El secreto de un vino singular —opina— está «en lo sencillo», en respetar la tradición y la tierra. Los 100 puntos Parker son también para su forma de ver las cosas.

MARGALAGUA 2021, FICHA TÉCNICA

Variedades: 90% negramoll y listán negro, 10% listán blanco

Viñedos: Procede de distintas parcelas de la zona de Margalagua que van desde los 275 metros a 400 metros de altitud, La edad de los viñedos va desde 50 a 150 años, dependiendo de las parcelas, y los suelos son ricos en basalto rojo

Tratamientos fitosanitarios: Tratamientos con azufre y secantes tipo bentonita o silicio

Vinificación: Uva pisada a pie con el 100% del raspón. Maceración y fermentación en depósitos abiertos de 1000 litros de capacidad, con levaduras autóctonas y remontados manuales muy suaves durante 26 días

Afinado: Permaneció en barrica neutras de 228 litros. con sus propias lías finas durante un año, donde realizo la fermentación maloláctica de manera espontánea.

Embotellado: Embotellado sin clarificar ni filtrar con una pequeña adición previa de sulfuroso antes del embotellado, de 2 gramos por hectolitro. No se utilizó sulfuroso en el resto de la elaboración