La Consellería de Medio Ambiente aplica métodos en la pendiente que hay en el núcleo de A Barca y que baja a los ríos Cabe y Sil
24 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático ha acometido en los últimos días una actuación en el municipio de Sober para prevenir posibles daños que pudieran ocasionarse por arrastres por lluvias a raíz de los incendios del verano. La zona de trabajo se ha localizado en el entorno del Mirador de Pena do Conde. Se trata de una ladera de fuerte pendiente sobre el núcleo de A Barca y el río Cabe en un punto próximo a su desembocadura en el Sil. Estas actuaciones buscan proteger de la erosión una zona de unas 4,3 ha de superficie, entre los zigzags de la carretera de bajada al núcleo de A Barca.
Explican desde la consellería que se diferenciaron dos zonas con sus respectivas actuaciones: En la primera, se han realizado principalmente albarradas y alguna fajina. Ambas son estructuras de contención, realizadas aprovechando el material existente en la zona. Las albarradas son estructuras de piedra colocadas formando escalones para reducir la escorrentía superficial, reteniendo en ellas parte del material arrastrado. Funcionan de forma similar a las fajinas de troncos, aprovechando la madera quemada que ha quedado en la zona, y son eficaces para alterar la respuesta hidrológica a tormentas de corta duración y alta intensidad.
Acolchado de paja
Se ha combinado con el «mulching» o acolchado de paja, con fajas de unos 20 m de anchura, dejando entre ellas fajas de terreno sin cubrir. El acolchado de paja persigue crear rápidamente una cubierta protectora del suelo. Los efectos beneficiosos de este método sobre la escorrentía superficial y la erosión provienen, básicamente de la intercepción de la lluvia, la reducción de la energía cinética de las gotas de la precipitación, y finalmente la limitación del movimiento del flujo superficial de agua, reduciendo su energía.
En la segunda zona, los trabajos han consistido en la corta de árboles afectados por los incendios para hacer fajinadas. Este tratamiento implica el derribo de arbolado quemado, su desarme y la utilización de sus troncos para ser dispuestos en el suelo, siguiendo curvas de nivel, con objeto de proporcionar una barrera que sirva de pequeña presa, donde se depositen sedimentos desplazados por la escorrentía, reduciendo así su movimiento y promoviendo la infiltración.
La idea con la que trabaja la consellería es disminuir la energía cinética del agua de escorrentía superficial, al decrecer la velocidad de esta, y limitar su capacidad de incisión en el terreno y disminuir la turbidez del agua. Las fajinadas de troncos aumentan la rugosidad hidráulica del terreno y dificultan la concentración de flujo.