Corte de luz generalizado en España
La tradicional feria de este producto gastronómico registró una menor afluencia de público que en el 2000
21 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.La Feira do Capón de Vilalba no corrió ayer la misma suerte de hace un año, cuando los accesos a la plaza de Vilalba parecían los de un área comercial en rebajas o un domingo de verano en la playa con un calor infernal. La organización indicó que la entrada del público fue escalonada, pero el sentir general de los criadores fue que no había gente. Pasadas las 13 horas aún quedaban muchos pares de capones sin vender. Achacaron la situación al frío que retrajo a los compradores, pero fueron más críticos con la raza elegida para comercializar como capón de Vilalba. Añadieron que los 1.200 capones que regaló el Concello llegaron tarde y apenas alcanzaron los cuatro kilos. «A xente quere o capón que pese e non o hai. O animal co que se quere obter a denominación de orixe engorda, pero é preciso colle-lo a tempo», dijo Carmen Eimil. Los alumnos del IES número 1, que venden las cajas de madera para luego transportar los capones, críticaron que de las 1.200 pesetas que cuesta la unidad sólo se quedan 50 pesetas, cuando en el 2000 obtuvieron 250 pesetas por envase. La empresas de transporte cobraron desde una tarifa especial de 2.000 pesetas para envíos a Galicia a 11.500 para el resto de España,